Las autoridades del mercado bursátil de Estados Unidos acusaron al fabricante de autos Nissan y a su exdirector ejecutivo Carlos Ghosn de esconder 140 millones de dólares que debía recibir al retirarse.
Ghosn pagará un millón de dólares de multa para saldar el asunto sin admitir haber obrado mal y estará impedido por 10 años de ejercer cargos corporativos, dijo la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en una nota.
Nissan pagará una multa de 15 millones de dólares. Las autoridades también acusaron al exdirectivo de la empresa, Greg Kelly, por encubrir el fraude.
Según la SEC, Ghosn, junto a Kelly y otros subordinados, diseñaron formas de ocultarle a los inversionistas grandes sumas de dinero destinadas a compensar al propio Ghosn.
El mecanismo instrumentado en contratos secretos incluyó cartas antedatadas para asegurarle a Ghosn compensaciones de largo plazo y cambiar el cálculo de su pensión para asegurarle beneficios adicionales por 50 millones de dólares, indicó el regulador financiero.
Los inversores tienen derecho a saber cómo y por cuánto, una compañía recompensa a sus principales ejecutivos. Ghosn y Kelly llegaron muy lejos para esconder esa información a los inversores y el mercado,
manifestó Stephanie Avakian, una alta funcionaria de la SEC.
Ghosn, quien fue echado de Nissan en noviembre pasado, así como la propia automotriz y Kelly llegaron a un acuerdo con la SEC sin admitir o negar las acusaciones.
El exejecutivo niega haber cometido acciones inadecuadas y se dice víctima de un complot de otros ejecutivos de Nissan que se oponen a su idea de profundizar la alianza con la francesa Renault.
“Estamos satisfechos con la conclusión del caso en Estados Unidos”, dijeron en una nota los abogados de Goshn.
“El acuerdo específicamente permite al señor Goshn a seguir enfrentando las acusaciones en su contra en Japón”, añadió la nota.
Ghosn será juzgado en Tokio por dos casos de “abuso grave de confianza” relacionados con la transferencia de fondos de intermediarios de Nissan a Arabia Saudita y Omán, un dinero que supuestamente fue en parte utilizado para inversiones personales, según la justicia japonesa.
Detenido y encarcelado en noviembre de 2018 y después liberado bajo fianza, actualmente cumple reclusión domiciliaria en su residencia en Tokio.