El proceso de reestructura voluntaria bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos de Aeroméxico despertó el apetito de más de 50 instituciones financieras y otras entidades para otorgarle créditos a través de DIP financing (financiamiento del deudor en posesión, por sus siglas en inglés).

Este tipo de financiamiento se les otorga a empresas que están bajo la protección de bancarrota para permitirles continuar sus operaciones, aun cuando se encuentran en dificultades financieras, con el objetivo de volver a ser rentables.

Es un crédito preferencial que da alguna institución interesada a una empresa en Capítulo 11, como hay tanta certeza jurídica en estos procesos en Estados Unidos, existe un gran apetito. Ha habido más de 50 instituciones interesadas hasta el momento

dijo Alejandro Sainz, abogado externo del proceso de reestructura de Aeroméxico a EL CEO.

Por cuestiones de confidencialidad en el proceso de la línea aérea, el abogado no pudo revelar los nombres de los bancos de inversión y otras instituciones interesados en el financiamiento.

Sin socio a la vista, por el momento

La Ley de Quiebras abre la puerta a que compañías interesadas inyecten capital a la empresa afectada y se vuelvan socios. Aeroméxico descartaría esta posibilidad, pero la forma del DIP financing plantea la posibilidad de un fondeo convertible en acciones.

“Hoy estamos más concentrados en el financiamiento DIP, pero lo que sí puede ir ligado a éste es que una parte sea en forma de financiamiento y otra convertible en equity (acción). Si se cumplen ciertas condiciones, se pude convertir quien financia a Aeroméxico en socio”, comentó Sainz.

Añadió que el fin del proceso se espera a finales de este año o a inicios de 2021, una vez que se tenga un mejor panorama del mercado aeronáutico internacional, así como un plan de reestructura sólido.

Reestructura con acreedores, por buen camino

Las pláticas con los acreedores de la línea aérea insignia del país van por buen camino, de acuerdo a la abogado externo, con el objetivo de reestructurar la deuda que posee la compañía.

Yo diría que hay un apoyo total por parte de todos los acreedores al apoyar el negocio en marcha y que la empresa siga a flote, salga fortalecida financiera y operativamente del concurso mercantil

El Capítulo 11 permite a las compañías reorganizar sus finanzas ante problemas de endeudamiento para mantener sus operaciones. No obstante, si la empresa y sus acreedores no llegan a un acuerdo, se puede ver obligada a vender sus activos para cumplir con sus obligaciones.

“Con el proceso de reestructura fortalecemos nuestra posición financiera e incrementaremos nuestra liquidez, creando al mismo tiempo una plataforma sustentable que nos permita transitar con éxito la actual incertidumbre económica global”, comentó Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico el 30 de junio cuando se inició el juicio.

Trimestre de pesadilla

La empresa reportó una pérdida neta de 27,422 millones de pesos en el segundo trimestre del año, cuando en el mismo periodo de 2019 registró una perdida de 1,106 millones, de acuerdo a su reporte.

Sus ingresos se desplomaron entre mayo y junio 84.5% a 2,608 millones de pesos. En tanto, su flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés) fue negativo a 5,019 millones de pesos.

Los números rojos se debieron a las restricciones de movilidad generadas por la pandemia de COVID-19, que repercutió en el número de pasajeros transportados.

De mayo a junio se movilizaron 529,000 pasajeros, frente a los 5.2 millones entre los mismo meses pero de 2019.