Pemex reportó en el segundo trimestre números que colocan su pérdida acumulada en 27,468 millones de dólares (606,588 millones de pesos) en lo que va del año. Las pensiones representan el 56% del total: un número que podría ser aún mayor para finales de 2020, debido al rápido crecimiento de este concepto. Además, la capacidad de pago de la empresa se ha visto reducida.

“Los costos fijos de Pemex son altísimos. Cae la producción y no caen en la misma proporción los costos, por lo tanto reportan pérdidas operativas”, señaló Rosanety Barrios, analista del sector energético. “El mayor problema de Pemex está en las pensiones, que pasaron de 149,000 millones de pesos en el primer trimestre a 191,000 millones en el segundo”

Esto significa que el concepto de pensiones creció 28% en un sólo trimestre.

Pemex reportó además 38,000 millones en gastos administrativos. Algunos analistas han señalado que los números no son totalmente transparentes, por lo que rastrear el peso de este concepto podría complicarse en los trimestres subsecuentes.

“El problema es que en el aspecto administrativo ya te metes en camisa de once varas por la cuestión de las plazas y el sindicato. Cualquier estrategia de victoria, por simple que sea, no se puede hacer sin los empleados de Pemex”, destacó Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos para IHS Markit.

“Una estrategia para ahorrar dinero sería que Pemex operara como una empresa de talla mundial y que, por ejemplo, ahorita que bajaron los precios se reduzca el personal. Se vale, debería de pasar, pero es algo que Pemex no puede hacer por el riesgo de un paro”, explicó Calcaneo.

Otro de los grandes problemas de Pemex es el crecimiento de su deuda y la disminución de su habilidad para pagarla.

Durante su conferencia con inversionistas, la empresa presumió un EBITDA de 20%, lo que la colocaría como una de las tres mejores del sector a nivel mundial, sin embargo, su EBITDA como cobertura del servicio de la deuda, y sus pasivos financieros y laborales siguen siendo un obstáculo para la generación de utilidades.

“Lo primero que tienes que hacer con ese dinero es pagar tu deuda, por eso el EBITDA medido respecto a los intereses es un indicador importante”, explicó Barrios. “(Para Pemex) el dato es dramático: el EBITDA neto durante el segundo trimestre de 2019 era de 3.2 veces el servicio de la deuda. Ese indicador hoy es de 0.5 veces”.

Barrios destacó que el EBITDA no alcanza para cubrir los compromisos, por lo que la empresa no podrá cubrir los intereses de su deuda, y el gobierno tendrá que hacerlo si no quiere declarar la suspensión de pagos. Esta presión a la compañía continuará existiendo mientras no se ajuste la estrategia financiera.

“Una empresa petrolera tiene que hacer exploración para, en función a lo que tenga, definir cuánto puede producir y a qué costo para decidir si le conviene. Pemex jamás ha hecho eso”, lamentó.