General Motors invertirá 1,800 millones de dólares y creará 700 nuevos empleos en Estados Unidos, tras las críticas que durante varios días le hizo el presidente Donald Trump por cerrar una fábrica en Ohio.
El estira y afloja entre la compañía y el mandatario se encuentra en un punto de inflexión en que la empresa cederá parte de su capital para construir en el país vecino.
De la inversión, 300 millones de dólares se destinarán a una planta en Michigan, la Orion Township, donde se producirá un nuevo Chevrolet eléctrico, detalló en un comunicado el gigante automotor de Detroit, y 400 de los 700 nuevos empleos se generarán en ese lugar.
El nuevo Chevrolet eléctrico se produciría originalmente fuera de Estados Unidos, pero el grupo decidió dar marcha atrás, de acuerdo con la compañía.
General Motors no mencionó el nombre de Trump y aseguró que la inversión responde a una lógica empresarial e industrial.
GM explicó que en la planta de Orion se fabrica el otro vehículo eléctrico del grupo, el Bolt, y que ensamblar el nuevo modelo eléctrico en Estados Unidos permitirá además adaptarse al nuevo acuerdo de libre comercio recientemente negociado entre Estados Unidos, Canadá y México.
“GM continuará invirtiendo en sus operaciones en Estados Unidos, donde vemos oportunidades de crecimiento”, dijo la presidenta del grupo, Mary Barra, citada en un comunicado, una manera de decir que la compañía no ha cedido por la presión del presidente republicano.
Trump, que fue elegido en 2016 con la promesa de repatriar empleos industriales a Estados Unidos, lanzó una serie de ataques contra GM en los últimos días.
Instó al grupo a reabrir una planta de Ohio, Lordstown, afectada por un plan de recortes que incluye la eliminación de 14.000 puestos de trabajo y el cierre de varias plantas, anunciada en noviembre por GM.
“Quiero que los empleos permanezcan en Estados Unidos y quiero que Lordstown (…) reabra o se venda a una empresa que la reabra rápidamente”, escribió el mandatario en Twitter.
Con información de AFP