Prysmian Group es la primera empresa en lograr un contrato para el proyecto de conectividad universal de esta administración, aunque aún no hay hoja de ruta conocida de CFE Telecomunicaciones ni se sabe en qué oficina encontrar a Raymundo Artis Espriú, director general de la subsidiaria de CFE.
El contrato fue otorgado por la CFE a esta empresa a principios de año por 38 millones de dólares, un monto que al día de hoy ascendería a poco más de 900 millones de pesos.
Este contrato se dio con la finalidad de que la empresa de origen italiano con sede en Durango desarrolle el Proyecto de Conectividad Fibra Óptica Red Eléctrica Inteligente REI en el país.
Este proyecto, el más grande del gobierno mexicano en términos de suministro de cable, conectará regiones remotas del país con banda ancha de alta velocidad, el cual incluye el diseño, suministro e instalación de un mínimo de 14,900 kilómetros.
Para este proyecto, Prysmian Group participó en una licitación internacional que involucró a varios productores locales y extranjeros.
Las inversiones que realiza el grupo en México y América Latina en los últimos años han sido clave para ayudar a la compañía a alistarse para satisfacer el aumento posterior de la demanda del mercado y apoyar a sus clientes en la región.
La contingencia
Si bien este proyecto tomará algún tiempo en desarrollarse, aunado a un escenario de contingencia, no se ve en el horizonte que pueda desaparecer, a reserva de lo que digan las cláusulas del contrato, comentó Jesús Romo, analista del sector de telecomunicaciones de Telconomía.
En ese sentido, comentó que CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos sería, aparentemente, un proyecto que sí va a recibir fondos, aunque lo mejor será considerar que los proyectos del gasto público pueden estar sujetos a cambios, dijo el analista.
Esto no solo por el impacto de la pandemia de Covid-19, sino por el impacto que pueda tener la variación del precio del petróleo en el programa de egresos
comentó Romo.
En esa línea, el especialista considera que dicho impacto incluso podría extenderse hasta 2021 pese a que este año haya cierta discrecionalidad en el manejo del presupuesto, sin dejar de lado la continuidad para la conectividad, aunque con cambios.
Esto no significaría poner freno a este contrato en particular o a la conectividad universal, cuya estrategia, por el nivel de su presupuesto, probablemente requerirá algunos otros contratos con el sector privado para modernizar instalaciones, aumentar tendido y llevar soluciones de conectividad.
Al ser las telecomunicaciones también un sector esencial, la pandemia en sí misma no debería ser un freno, pues depende más de qué manejo se dé a los recursos agregados de la CFE y del que está considerado para que opere CFE Internet para Todos