Pemex ha reducido su capacidad de elaboración de productos petroquímicos de forma paulatina en los últimos cinco años. Las cifras a mayo de este año proyectan que la producción petroquímica anual de 2021 será de alrededor de 45% de la producción reportada en 2016. Se trata de un área del sector hidrocarburos que podrá sobrevivir a la transición energética, pero que no goza del apoyo de la actual administración, ni de las inversiones necesarias para obtener la solidez necesaria.

 

El problema es que no tenemos los insumos, entonces tendremos que importarlos, lo que agrega el costo de operación y administración de Pemex, o lo importas ya procesado. La inversión para la producción nacional tendría que ser desde la exploración y producción de gas natural, que requeriría fracking o al menos exploración a aguas someras y profundas

 explicó Paul Sánchez, analista del sector.

 

Sánchez dijo que la baja producción de gas, y sus líquidos relacionados, hace que sea complicado que Pemex establezca un mecanismo de producción independiente. “Si no pensamos en una inversión enfocada en fortalecer las capacidades petroquímicas del país, hagamos lo que hagamos no vamos a poder revivir esta industria”, advirtió.

Un experto que pidió no ser identificado destacó además que, dados los precios que el petróleo está viendo este año, Pemex tiene incentivos para enviar la mayor parte de su producción al extranjero, pero expresó que el mercado no tenía estas condiciones en el pasado, por lo que se trata también de una “cuestión de voluntades”.

“En el pasado no había dinero, y en el momento en el que tienes más ingresos difícilmente ha habido voluntad política de esta y otras administraciones para invertirlo en actividades productivas para Pemex, porque se vuelve muy sencillo y tentador utilizarlo para otros fines. Es un dilema común en la política pública”, señaló el analista.

 

Producción de etileno disminuye

La producción de diversos tipos de petroquímicos han sufrido una estrepitosa caída en los últimos cinco años. La producción de etileno en abril y mayo fue especialmente baja, y el ritmo de los primeros cinco meses proyecta una producción anual de alrededor de 276,000 toneladas, lo que representaría una disminución del 73.6% comparado con 2016.

El polietileno de alta y baja densidad también proyecta caídas superiores al 90% de producción comparados con 2016, según las propias estadísticas petroleras de Pemex.

Sólo el tolueno, el amoniaco y el benceno tienen ritmos para esperar una ligera recuperación de su producción comparada con 2020, pero no se acercan a los números reportados hace cinco años.

Los expertos coincidieron en que se trata de un sector al que le convenía la liberación, pues los agentes económicos privados suelen tomar decisiones más oportunas, sobre todo cuando se trata de un mercado que tiene un futuro más promisorio que su presente.

La Ley de Hidrocarburos permite la participación privada, pero la llegada de inversión se ha visto obstaculizada debido a la incapacidad de Pemex de garantizar a privados la disponibilidad del gas natural que necesitan para impulsar el proceso de petroquímicos.

La falta de producción en México, ya sea pública o privada, asemeja a lo visto antes en el mercado de las gasolinas, donde la capacidad nacional de producción se colapsó más del 50% durante el sexenio pasado, lo que provocó que el consumo nacional aumentara su dependencia de la importación de gasolina extranjera.

Pemex aún tiene la posibilidad de establecer proyectos público-privados para aumentar la producción nacional, otorgando derechos de vía de la infraestructura disponible, así como garantizar el abasto de insumos.

A cambio, la empresa estatal podría recibir una tarifa fija o incluso acceso a productos para ser utilizados en distintos procesos. Sin embargo, el analista anónimo se mostró pesimista frente a esta posibilidad, debido al historial que la actual administración tiene frente a la participación privada.