La industria automotriz de México está en números rojos desde hace más de dos años y los empresarios encargados del sector están preocupados porque todo apunta a que las ventas de autos no mejorarán en el “futuro inmediato”.

Aunque la crisis estalló gracias a los altos niveles de inflación de finales del sexenio pasado, la desconfianza de los consumidores en las políticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los despidos de miles de funcionarios alimentan los temores de los fabricantes automotrices para los próximos meses, según la la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

“La venta de autos atraviesa por su peor crisis desde hace muchos años. Esto se debe a que la inflación disminuyó la capacidad financiera en general, pero también influye la desconfianza de un sector de la población en el gobierno”, dice Guillermo Rosales Zárate, vocero del organismo.

La mejoría en el nivel de inflación -que en septiembre bajó al 3% conforme a la meta del Banco de México- pronostica un incremento en el poder adquisitivo del mercado, pero el directivo teme a otro factor que puede afectar la comercialización de automóviles nacionales: la legalización de coches ‘chocolate’ aprobada por la Cámara de Diputados la semana pasada.

Calcula que la regularización de estos vehículos podría afectar entre 20 y 30% el desplazamiento de unidades nuevas. Sin embargo, esta no sería la primera vez que se aplica una regulación como esta y las estadísticas dicen que su impacto ha sido mínimo para la venta de autos nuevos en el país.

Carlos Brown, especialista en economía y políticas públicas del Colegio de México, dice que el principal factor en la disminución de la venta de autos es el alza en los precios, que según un estudio de la consultora J.D. Power ha rebasado por más de un punto porcentual la tasa de inflación promedio en los últimos 10 años.

En el marco del Foro de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos, la semana pasada, el analista Carlos Elizondo detalló que la incertidumbre por las políticas gubernamentales también han impactado la venta de automóviles, principalmente en el sector de lujo.

“La tendencia es a la baja, pero los subcompactos han bajado menos”, dijo.

Una asfixia prolongada

El ‘bache’ en las ventas de autos se ha prolongado durante 28 meses.

De acuerdo con las cifras de la AMDA, entre junio de 2017 y septiembre de 2019, las ventas de automóviles han bajado en promedio 7.8% mensualmente. Una cifra “escandalosa” si se toma en cuenta el comportamiento del sector en los últimos 10 años, dice Brown.

La máxima caída se registró en diciembre de 2017, cuando la asociación automotriz reportó una disminución de 17.60% en las ventas de autos que incluyen subcompactos, compactos, de lujo, deportivos, de usos múltiples, camiones ligeros y camiones pesados.

De hecho, desde que comenzó la crisis solo enero de 2019 reportó números positivos, cuando se vendieron 1.80% más autos en comparación interanual. 

Zárate Rosales indica que también los recortes que han sufrido diversas dependencias del gobierno federal han sido un factor que no impide la recuperación del sector.

Sin embargo, Brown minimiza el impacto del adelgazamiento burocrático propuesto por el gobierno de López Obrador y le da mayor peso al alza en los precios por la depreciación de la moneda mexicana frente al dólar.

“El número de funcionarios despedidos es mínimo en comparación con lo que requiere el sector automotriz para mejorar sus ventas”, dice el experto.

De acuerdo con la Secretaría de la Función Pública, en los primeros siete meses de este sexenio, el gobierno despidió a 11,144 funcionarios que trabajaban en 20 entidades del Estado.

En contraste, en los últimos 10 años el precio promedio de los autos nuevos en México creció en promedio 4.64% por año, mientras que la media anual de la inflación en el país se creció 3.38% según la consultora J.D. Power.

El ¿riesgo? de los autos ‘chocolate’

La Cámara de Diputados aprobó el viernes una reserva para introducir un artículo transitorio en la Ley de Ingresos de la Federación para el siguiente ejercicio fiscal, con el que se regularía la posesión de vehículos ingresados al país de manera irregular.

Hasta el momento, la AMDA, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, la Confederación Patronal de la República Mexicana, la Industria Nacional de Autopartes y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones se han opuesto a la medida.

Dicen que esta medida impactaría hasta en un 30% las ventas de autos nuevos en el país para 2021, lo que a su vez afectaría “en 55,000 millones de pesos (mdp) de recaudación por Impuesto al Valor Agregado” y 12,000 mdp por Impuesto Sobre Autos Nuevos.

Manuel López Castillo, diputado que presentó la reserva, dijo por su parte que la regularización de estos vehículos llevaría a las arcas de la Hacienda Pública alrededor de 50,000 mdp y que no afectaría las ventas de autos, como propone la AMDA.

Esta sería la quinta ocasión que se legalizan este tipo de automóviles en México. la última vez que se hizo fue en 2005 y durante los 30 meses que estuvo vigente, se comercializaron 785,723 unidades más que en el mismo periodo posterior a la modificación de dicho decreto, según las propias cifras de la AMDA.

Con información de Ángel Alcántara.