Philip Morris tiende puentes con el gobierno mexicano y pide ser escuchada para la regulación de la venta, así como el uso de su sistema de tabaco calentado de forma eléctrica sin combustión bajo la marca IQOS, el cual, es diferente a un cigarro electrónico, de acuerdo a la compañía.

En México, la importación y comercialización de estos dispositivos fue prohibida el año pasado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), pero su uso es irrestricto entre la población.

Sabemos que la autoridad nacional tiene argumentos para esta decisión. Sin embargo, pedimos a las autoridades regulatorias que nuestros argumentos y evidencia también sean tomados en cuenta

compartió la empresa en un comunicado.

La firma tiene los ojos puestos en México como un mercado potencial para comercializar este nuevo producto al seguir las tendencias de consumo de cigarros electrónicos a nivel global y el desuso del cigarrillo tradicional.

En México durante 2017, el 1.2% de los adultos fumaban cigarros electrónicos, mientras que en 2011 no existían consumidores, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en México (Encodat).

En cambio, la prevalencia de fumadores de cigarrillos decreció en el mismo lapso y pasó de 23.6% de personas adultas a 23.4%, en el mismo lapso.

“La apuesta es dejar de vender cigarros combustibles, pero aún no tenemos un plazo definido para poder lograrlo”, dijo Armando Reyes, director de asuntos externos de Phillip Morris México el año pasado.

En estados Unidos, la agencia reguladora FDA autorizó la comercialización de los cigarros electrónicos -incluidos lo IQOS de Philip Morris- al ser “una mejor alternativa en comparación con el cigarro convencional, para los adultos que seguirán fumando”, de acuerdo a la tabacalera.

No obstante, las preocupaciones por parte de organizaciones, así como por la autoridad, es que su aprobación abra la puerta al primer contacto con la nicotina para los no fumadores y que de ahí, pasen a el cigarro tradicional.

“Los nuevos productos son una mejor opción para los fumadores adultos, no son productos para no fumadores ni para menores de edad porque no son libres de riesgo”, compartió la empresa en un comunicado previo.

Los puntos a tratar

Entre los puntos que pone sobre la mesa Philip Morris para ser tratados con el gobierno están:

Un mundo libre de humo. La empresa argumenta que sus intereses de erradicar el tabaquismo y con ella las enfermedades respiratorias asociadas, son los mismos a las de la autoridad.

“Precisamente por eso creamos IQOS, un producto que calienta el tabaco en vez de quemarlo (…) reduce significativamente la exposición a los químicos tóxicos del humo del cigarro”, de acuerdo a su comunicado.

Ciencia como guía a las acciones del gobierno. La estadounidense pide que se tomen en cuenta estudios independientes que demuestra que su producto  no es igual a un cigarro tradicional y tampoco a uno electrónico. “Es una nueva tecnología que requiere una nueva regulación, acorde a sus propios alcances y limitaciones”.

Además, la empresa expone que a los 15 millones de fumadores adultos mexicanos deben tener acceso a la información sobre las opciones que tienen para dejar de fumar.

Philip Morris México también se mostró de acuerdo con la política del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Estamos de acuerdo con ‘prohibido, prohibir’ y ‘nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho’. Ante la prohibición de importación de nuestro producto, solicitamos espacios para dialogar y poder demostrar con evidencia lo que IQOS puede ofrecer a los fumadores adultos mexicanos y por qué es una alternativa mejor que el cigarro,

indicó la firma.

Con información de Ángel Alcántara