El tiempo se agota para Pemex… reestructura corporativa es insuficiente, advierten
La reciente reestructuración de Petróleos Mexicanos (Pemex) busca establecer un modelo de integración vertical orientado a optimizar operaciones, mejorar la eficiencia interna, agilizar la toma de decisiones y reducir costos. Esta medida responde a la profunda crisis operativa y financiera que enfrenta la empresa paraestatal, aunque los analistas mantienen sus reservas.
Con esta nueva integración van a tomar un tiempo en ajustes y es un tiempo perdido (…) No sé si a esta nueva estructura, en lo que se acomoda, le va a dar tiempo para atender los problemas que reclaman una solución urgente
advierte Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors, recalcando la delicada situación que atraviesa la petrolera.
¿Qué implica la reestructura de Pemex?
Con el Estatuto Orgánico de la Empresa Pública del Estado recientemente publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), Pemex modifica su estructura interna priorizando actividades consideradas sustantivas.
“Petróleos Mexicanos tenía actividades sustantivas y actividades de soporte. Las sustantivas eran las más importantes”, señala el experto,
Ahora, el modelo de integración vertical redefine estas tres actividades.
- Exploración y producción se mantiene sin cambios sustanciales, ya que sigue siendo el núcleo del negocio.
- Transformación industrial adquiere un “enfoque diferente” y se convierte en una nueva dirección llamada Procesos industriales.
- Logística se refuerza con funciones de Salvaguardia Estratégica, enfocadas en la vigilancia y el combate al mercado ilegal de hidrocarburos.
- Además, se crea una nueva dirección de Transformación energética, dedicada a proyectos de energías renovables como cogeneración, energía eólica, offshore y oportunidades en litio.
A nivel administrativo, se mantienen las áreas de soporte como la de administración, finanzas, jurídica y de planeación.
Además, la reestructuración de la compañía contempla la eliminación de alrededor de 3,000 plazas, lo que generaría un ahorro de 3,532 millones de pesos para 2025 y 1,266 millones para 2026.
La discusión pública ahora se centra en esta reestructuración (…) y es positivo porque desde luego que Pemex tiene duplicidades administrativas y tiene una serie de desafíos que se pueden resolver con esto, pero no va a resolver el problema de fondo
señala Carranza.
Esto sucede en medio de críticas, ya que la reestructura contempla la creación de una nueva dirección de Comercialización, integrada por tres subdirecciones y nueve gerencias, lo cual contrasta con el discurso de austeridad y ahorro.
El estatuto orgánico: ¿qué es y por qué surge?
El estatuto orgánico de Pemex no es una ley, sino una disposición de carácter administrativo, derivada directamente de la reforma constitucional y de las leyes secundarias aprobadas el 18 de marzo de este año. Este conjunto convirtió a Pemex oficialmente en una Empresa Pública del Estado, con nuevas responsabilidades y estructura operativa.
Así, el estatuto orgánico tiene la función de establecer la nueva organización interna y el funcionamiento de la empresa, marcando cuáles son sus actividades sustantivas y de soporte. Con estas medidas, Pemex señala que “se prioriza el gasto en áreas operativas, a las cuales se destina el 71% del total de la nómina”.
La reestructuración ocurre en medio de una de las peores crisis de la petrolera. Al cierre del primer trimestre de este año, Pemex reportó una deuda superior a los 400,000 millones de pesos. En tanto, la producción petrolera se ubicó en apenas 1.615 millones de barriles diarios, lo que representa una caída del 11.3% en comparación con el mismo periodo del año anterior y un desempeño por debajo de la meta establecida por el gobierno federal.
Impulso a la eficiencia y transición energética
En el artículo 3 del documento se mencionan diversas iniciativas, entre ellas se encuentran los proyectos de eficiencia energética, cuyo objetivo es reducir el consumo de energía sin afectar la calidad de los servicios o procesos; dichos proyectos están orientados a mejorar el desempeño energético de equipos, instalaciones y sistemas; promover el uso racional de la energía; disminuir pérdidas energéticas y optimizar el uso de recursos en sectores como la industria, el transporte, la vivienda y los servicios públicos.
Por otro lado, se mencionan los proyectos de transición energética, los cuales se basan en fuentes distintas a los combustibles fósiles. Dentro de estos se incluyen las energías renovables, como la solar, eólica e hidráulica, así como la producción de biocombustibles, tales como el biodiésel o el combustible sostenible para la aviación.
Además, se hace alusión a los proyectos de geoenergía, orientados a la generación de electricidad mediante el aprovechamiento de la infraestructura existente utilizada en las actividades de exploración, explotación y distribución de hidrocarburos.
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