PMI Comercio Internacional, el brazo comercializador de Pemex, está modificando sus prácticas de compra de combustibles, lo que incluye intercambiar crudo por gasolina y otros productos refinados para reducir los gastos en efectivo, según fuentes consultadas por Reuters.

Los cambios forman parte de la más reciente estrategia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para proteger las finanzas de la empresa estatal y preservar su crédito disponible tras haber perdido 26,400 millones de dólares en la primera mitad del año.

Pemex y PMI Comercio Internacional son los mayores importadores de gasolina de América Latina.

Varios de sus mayores socios, incluyendo a Exxon Mobil y los refinadores estadounidenses Valero y Marathon Petroleum, han avanzado en conversaciones para los nuevos acuerdos con PMI, según una fuente.

Exxon y Marathon declinaron hacer comentarios. Valero y Pemex no respondieron a solicitudes para opinar sobre lo dicho por las fuentes.

En lugar de comprar a través de contratos puntuales, el pago de alrededor del 20% de las importaciones de combustibles de Pemex y PMI podría ser cubierto con entregas de crudo Maya mexicano. Los saldos pendientes entre las partes se liquidarían a finales de cada mes, sustituyendo el pago individual de cargamentos.

En el año y medio transcurrido desde que López Obrador asumió la presidencia, Pemex aumentó su dependencia de las compras puntuales de combustibles con la expectativa de que el país pudiera aumentar su producción de refinados y depender menos del extranjero.

En el primer semestre de 2020, Pemex importó 607,000 barriles por día de gasolina y otros combustibles y exportó 1.14 millones de barriles diarios de crudo. Se espera que sólo una fracción de esas importaciones sea reemplazada por los contratos de intercambio.

La deuda financiera de Pemex se elevó a 107,200 millones de dólares al cierre del segundo trimestre, entre las más altas de cualquier petrolera. El año pasado, la estatal cambió la fórmula de sus crudos insignia de exportación, en un esfuerzo por reducir los crecientes costos asociados con el programa anual de coberturas que hace la Secretaría de Hacienda.

Acuerdo propuestos

A medida que su deuda financiera se ha elevado, la compañía ha perdido algunos de los convenios de crédito abierto que tenía, según dos de las fuentes. Los contratos de intercambio de crudo tienen como objetivo aumentar el flujo de caja y preservar el crédito disponible, dando a Pemex más flexibilidad financiera.

“Los socios comerciales saben que México pagará, pero estos nuevos contratos facilitarán la facturación y los pagos”, dijo una fuente.

No todas las compras de PMI se convertirán en contratos a plazo y no se prevé que cambien los mecanismos de importación desde Europa y Asia. Para PMI, dejar algo de exposición a las compras ocasionales podría asegurarle el acceso a combustible barato si los precios bajan.

Muchos de los acuerdos de intercambio propuestos abarcarían plazos cortos. Una fuente de una de las empresas extranjeras en conversaciones con PMI dijo que a su firma le ofrecieron un convenio que cubre tres meses de suministro de combustible.

Cuando los precios del petróleo se derrumbaron en el segundo trimestre del año y la demanda mundial de combustible se vino abajo debido a la pandemia de COVID-19, México pudo cancelar y posponer muchas de las entregas programadas. Pero los acuerdos de intercambio harían esto más difícil, ya que estos contratos generalmente especifican volúmenes de entrega.

En los contratos a plazo, PMI tendría que declarar “fuerza mayor” bajo circunstancias fuera de su control. Eso podría abrir la posibilidad de disputas legales y causar dolores de cabeza logísticos para México, que con frecuencia enfrenta problemas debido a su insuficiente capacidad de almacenamiento.