Las políticas de aislamiento implementadas para enfrentar la pandemia del coronavirus podrían disminuir el consumo trimestral de gasolina a los niveles más bajos desde 1990, y la recuperación de la demanda ocurrirá en septiembre, en el mejor de los casos, de acuerdo con un documento realizado por OPIS by IHS Markit.
El documento revela que, en el escenario base, México verá una disminución del 33% en el consumo de gasolina en abril y mayo y comenzaría a recuperar los niveles previos a la pandemia en septiembre.
Sin embargo, existe un escenario más pesimista, en el que la demanda de abril a julio podría caer hasta un 45%, y el valle de consumo se prolongaría durante todo el año, para recuperar niveles pre-pandemia hasta 2021.
El estudio considera la posibilidad de una recuperación tardía por dos temas principalmente, explicó Daniel Rodríguez, editor senior para el mercado de combustibles mexicano de OPIS.
“La primera es que pueda haber una segunda ola de casos de coronavirus que requieran nuevas medidas de distanciamiento. El otro tema es la contracción económica, cuya fuerza impactará la velocidad de la recuperación de la demanda”.
La baja en el consumo también ha afectado la logística de la cadena de valor.
El problema es todo lo contrario al año pasado: antes no había y ahora sobra
dijo César Pereda, director general de Grupo PERC
El directivo reveló que los gasolineros están enfrentando la crisis manteniendo los días de inventario de combustible, pero ajustando el consumo diario, con recortes que pueden alcanzar hasta 50%.
Las estimaciones más pesimistas del grupo se alinean con el escenario base de OPIS, pues esperan recuperar un 25% de la demanda en julio, un 90% en agosto y casi un 100% en septiembre. Sin embargo, Pereda destacó la posibilidad de que nunca haya una recuperación total debido a cambios en los hábitos de la población.
“Creemos que hay un porcentaje de ventas cercano al 5% que nunca va a regresar porque la gente ya se acostumbró a estar en su casa, trabajar a través de internet y ese tipo de ajustes”, señaló.
La baja en la demanda y la alta ocupación de las instalaciones de almacenamiento también podría traer complicaciones logísticas una vez que se normalice el consumo. De acuerdo con OPIS, de las 13 terminales de importación privadas que planeaban entrar en operación para finales de este año, la mitad habría decidido retrasar su puesta en marcha.
“La construcción de terminales enfrenta muchos retos. A pesar de que la construcción en los puertos se considera esencial y continúa operando, algunas tienen un número reducido de trabajadores y algunas otras han enfrentado una disrupción en la cadena de suministro”, explicó Rodríguez.
A pesar de este panorama, ninguna inversión ha sido cancelada hasta el momento, y Rodríguez enfatizó el continuo interés del mercado de invertir en México. El resto de las 13 terminales siguen en proceso y planean estar operando a finales de este año o principios del siguiente.