Grupo Aeroportuario del Centro Norte (Oma) será el único de los grupos aeroportuarios que mejor surque la turbulencia que ha significado la pandemia del COVID-19.
Con nula afectación a aeropuertos cerrados en países extranjeros, un nivel de apalancamiento bajo, con efectivo suficiente en caja y con ningún vencimiento significativo de deuda en el corto plazo, le hará frente a un desplome histórico en el flujo de pasajeros.
En los primeros cinco meses de 2020, el número de pasajeros en sus 13 aeródromos –todos localizados en México– se desplomaron 43.2% frente al mismo lapso de 2019, la caída más pronunciada desde 2006, año en que la empresa tiene registro público.
Oma contabilizó de enero a mayo de este año 5.1 millones de pasajeros, un volumen no visto desde el igual periodo de 2012, cuando tuvo 4.9 millones de usuarios.
El que se vería menos afectado de los grupos aeroportuarios sería Oma porque concentra su negocio en México, ya que tiene una buena cantidad de efectivo, una liquidez favorable y un apalancamiento menor con respecto a su flujo operativo
dijo Brian Rodríguez analista especialista en el sector aeronáutico en Monex.
Oma cuenta con 4,049 millones de pesos en efectivo, descontando su deuda a corto plazo, y con un nivel de apalancamiento de 0.1x (veces) su deuda sobre su flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés), de acuerdo a su último reporte trimestral.
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La compañía mantiene una posición de caja sólida y bajo apalancamiento, no enfrenta vencimientos significativos de deuda hasta junio 2020 y no prevé dificultades para cumplir sus obligaciones en sus contratos de deuda existentes. No espera que el COVID-19 afecte el cumplimiento de inversiones comprometidas en 2020
compartió la empresa en su reporte financiero.
Otro factor que la beneficiará será la poca dependencia en los turistas extranjeros, quienes representan solo el 13% de sus pasajeros. Se espera que en lo que resta del año, la afluencia de éstos se reduzca como medida para prevenir contagios, en tanto los nacionales se estima sean el motor para reactivar el sector turístico nacional.
“En un principio los turistas nacionales serán quienes viajen por el país y funcionará como una especie de solidarización con la economía. No es un fenómeno que pase solo en México, es algo que otras naciones han detectado”, comentó Miguel Torruco, secretario de Turismo en una conferencia previa.
Asur, en el otro lado de la moneda
En contraste, Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) será la compañía que tenga el panorama más nublado para recuperarse de los efectos de la contingencia sanitaria. Gran parte de la afectación vino de Colombia, donde controla seis aeropuertos, los cuales permanecen cerrados por disposición oficial de ese país.
El gobierno colombiano, por medio del decreto 439, suspendió por 30 días a partir del 23 de marzo las llegadas aéreas internacionales y de conexión. La suspensión se extendió hasta el 30 de mayo.
Además, cesó los viajes aéreos nacionales del 25 de marzo al 13 de abril, y luego lo extendió en varios casos hasta el 1 de julio.
“Asur será una de las más golpeadas por el cierre de sus aeropuertos en Colombia y las medidas de restricción para Puerto Rico”, dijo Rodríguez.
En el país boricua, la autoridad ordenó que los vuelos aterricen en el Aeropuerto LMN, que opera la subsidiaria de Asur, Aerostar, y que los visitantes sean puestos en cuarenta por dos semanas.
De esta forma los pasajeros totales de la operadora cayeron 43.4% en el primer trimestre del año, frente al mismo periodo del 2019. Es su descenso más pronunciado desde 2000, año desde que se tiene registro.
Otro factor de riesgo es su gran dependencia al turismo extranjero pues, representa el 55.5% del total de pasajeros de la compañía.
Asur reportó 7,328.2 millones de pesos en efectivo en el primer trimestre del año, al descotar sus obligaciones de pago en el corto plazo, además, cuenta con un nivel de apalancamiento de 0.7x su deuda sobre EBITDA.
Asur está introduciendo iniciativas de reducción de costos en sus tres países de operaciones. La mayor parte de la estructura de costos de la compañía es fija. Sin embargo, no se espera que el impacto de estas medidas de reducción de costos sea significativo en relación con la posible disminución en los ingresos como resultado de la interrupción en el tráfico de pasajeros en las operaciones
comentó la empresa en su reporte trimestral.
Gap, con riesgo en Jamaica
Grupo Aeroportuario del Pacífico (Gap) se vio afectado en mayor medida por el aeropuerto ubicado en Jamaica, pues el gobierno local suspendió todos los vuelos internacionales entrantes a partir del 25 de marzo, hasta el 31 de mayo, y permitió solo la salida de vuelos comerciales.
En los primeros cinco meses del año, Gap registró una caída de 39.7% en el total de sus pasajeros, la mayor contracción desde que tiene registro en 2008.
Aunado a esto, la exposición a los pasajeros internacionales ronda el 45% del total, según sus reportes trimestrales.
El saldo de efectivo y equivalentes de efectivo al 31 de marzo de 2020 fueron de 10,973.9 millones de pesos. No cuenta con deuda a corto plazo, por ende, tiene a su disposición el total de este capital, con un nivel de deuda de 0.7x sobre su flujo operativo.
Gap no se quedó con los brazos cruzados ante la situación, ya que realizó una provisión por 46.0 millones de pesos en el costo de operación, como reserva de cartera incobrable en el primer trimestre. Lo anterior como medida para blindarse ante los estragos de la pandemia.
Aunque se espera un impacto negativo en la operación y los resultados de la Compañía derivado de los efectos de la pandemia por el COVID-19, no se estima un riesgo de continuidad del negocio
de acuerdo al su último reporte trimestral.
Añadió que realizó un análisis preliminar de los resultados financieros de corto, mediano y largo plazo y no estima un deterioro significativo en sus activos, sin embargo, señaló que, “la tendencia de la demanda puede decrecer más de lo previsto y el impacto de la pandemia puede magnificarse”.