La automotriz japonesa Nissan anticipó este martes su mayor pérdida operativa anual de la historia y una caída de ventas de vehículos en su año fiscal 2020, en medio de las afectaciones por la pandemia de COVID-19 en sus negocios.
La compañía prevé una pérdida operacional de 470,000 millones de yenes (4,500 millones de dólares), lo que representaría su segunda caída anual en línea, por encima del consenso de analistas de Refinitiv, que estiman una caída de 262,800 millones de yenes.
“Estos resultados (…) reflejan un trimestre entero de alteración por el COVID-19 que sabíamos que iba a socavar nuestros resultados en mercados clave”, dijo el director de operaciones Ashwani Gupta.
Las acciones de la empresa cerraron con una caída de 4.3%, a 410.8 yenes en la bolsa de Tokio, su peor día desde junio y su nivel más bajo en casi dos semanas. En lo que va del año, Nissan ha perdido 34% de su valor de mercado.
Nissan explicó que el monto de sus ventas a nivel global cayó 50.5%, con comportamientos similares en mercados importantes como Japón, China y Estados Unidos. En cuanto a las previsiones anuales de ventas, la compañía estima la venta de 4.13 millones de autos, una caída de 16% respecto a 2019.
Como resultado del impacto de la pandemia de coronavirus en todo el mundo, la demanda total cayó a cerca de la mitad en el primer trimestre comparado con el año pasado
señaló el CEO de Nissan, Makoto Uchida
Años de expansión agresiva, particularmente en los mercados emergentes, han dejado a Nissan con márgenes desalentadores, una cartera envejecida y una marca dañada.
En su primer trimestre fiscal de 2020 terminado en junio, la firma perdió 154,000 millones de yenes debido a los recortes de costos operativos para contrarrestar la caída de las ventas.
De acuerdo con un reporte de Bloomberg, Nissan recortará 14,000 empleos en el año a escala global, por encima de los 12,500 que anunció el año pasado.
En mayo, la compañía dio a conocer un plan para convertirse en una automotriz más pequeña, al reducir su capacidad de producción y sus series de modelos en cerca de 20%, con lo que ahorrará 30,000 millones de yenes.
Antes de la pandemia Nissan ya sufría de la débil demanda así como de las consecuencias del arresto de su expresidente, Carlos Ghosn, ahora un fugitivo de la justicia.
Con información de Reuters y AFP