Nikola tuvo caída de hasta 17.4% en el valor de sus acciones este miércoles, luego de que Mark Russell, CEO de la compañía, no confirmó en una entrevista televisiva que el acuerdo con General Motors (GM) esté cerrado.

La negativa generó dudas sobre la viabilidad del modelo de negocios a futuro de la compañía, pues Nikola confirmó antes que no fabricará su camioneta Badger a menos que tenga un socio, dado que se trata de un proyecto que requiere de muchos recursos y que no es prioritario para la compañía.

Paul Coster, analista de JPMorgan, dio a CNBC que espera que Nikola y GM renegocien el contrato de 2,000 millones de dólares que fue anunciado hace un par de meses y resaltó que la fabricación de Badger podría dejar a Nikola sin liquidez para sus iniciativas de camionetas clase 8.

En la entrevista, Russell dijo que la compañía continúa interesada en la tecnología de GM y reiteró la necesidad de un socio.

“Tiene que tener sentido para nuestros accionistas. Nuestro plan principal se basa en camiones pesados e hidrógeno, por eso dijimos desde el principio que (la producción de Badger) requeriría de un socio. Si hay un socio sigue en juego, si no lo tenemos no”, señaló.

Coster dijo que ambas compañías tienen razones para renegociar, y destacó que Nikola podría buscar abandonar el proyecto Badger, mientras que GM podría pedir un mayor inventario para compensar la pérdida. Si el trato no es finalizado antes del 3 de diciembre, cualquiera de las partes podría abandonarlo.

En el acuerdo original, Nikola daría a GM 11% de sus acciones a cambio de baterías y tecnología fuel cell, además de fabricar la camioneta Badger. Dos días después del anuncio, Hindenburg Research publicó un estudio en el que acusa al exCEO de la compañía, Trevor Milton, de mentir sobre la tecnología de la compañía para atraer socios e inversionistas.