En 2019, Netflix usó tanta energía como 40,000 hogares estadounidenses. El gigante del streaming duplicó su uso de energía en un año, en línea con el incremento de su base de suscriptores.

Durante el año pasado, Netflix requirió de 451,000 megavatios por hora para realizar sus operaciones, lo que significó un incremento de 84% respecto a la cantidad de energía que utilizó en 2018, de acuerdo con un reporte dado a conocer por la compañía.

El uso mayoritario de energía de Netflix es en dos categorías: la electricidad que necesita para correr sus propias operaciones, y la energía que necesita para proveer del servicio a sus suscriptores a escala global a través de terceros como Amazon Web Services y Google Cloud.

Durante el último año, la base de suscriptores de la plataforma se expandió hasta llegar a 167 millones, 20% más que en 2018, por lo que Netflix ha comenzado a compensar el uso de energía con certificados regionales de energía renovable y compensaciones de carbono.

“Más allá de nuestros compromisos para generar energía renovable, estamos trabajando para ser sostenibles en la medida de nuestras posibilidades”, señala la compañía en el informe.

Además, asegura que compensará las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los viajes aéreos de sus equipos de producción y artistas mediante inversión en proyectos de reducción de emisiones.

En la actualidad, Netflix invierte en proyectos en 20 países entre los que se encuentran México, Brasil, China, India y Turquía, así como 15 ciudades en Estados Unidos.

En cuanto a sus actividades de oficina, los empleados reducen el consumo de papel y también trabaja en la creación de contenido enfocado en las problemáticas ambientales con el objetivo de llegar a los millones de personas que poseen una cuenta, indica la empresa.

El reporte no considera la electricidad que requieren los usuarios para disponer del servicio. El consumo promedio anual de electricidad en los hogares de Estados Unidos fue de 10,972 megavatios por hora, de acuerdo con datos de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés).