Morgan Stanley reportó este jueves ganancias trimestrales de 1,700 millones de dólares, una caída de 30% respecto a los 2,400 millones en el mismo periodo del año previo y por debajo de lo esperado por analistas.

El banco estadounidense atribuyó la caída a una disminución del precio de los activos, además del deterioro de créditos, una provisión de 388 millones de dólares para pérdidas crediticias en préstamos y la volatilidad de los mercados financieros provocada por la pandemia de COVID-19.

“Experimentamos significativas disminuciones en la valuación de préstamos, inversiones y ciertas clases de activos comerciales, un aumento de la reserva para pérdidas crediticias y reducción de los ingresos netos por intereses y comisiones bancarias de inversión”, señaló la firma.

A inicios del año, el impacto a sus negocios se vio compensado por sólidos resultados comerciales que se impulsaron por la volatilidad. Sin embargo, Morgan Stanley indicó que ese impulso podría desaparecer a medida que se prolongue la crisis sanitaria.

 Aunque no podemos estimar el alcance del impacto, un periodo prolongado de actividad económica deprimida necesaria para combatir la enfermedad, y la gravedad y duración de la crisis económica mundial relacionada, afectarán negativamente nuestros resultados operativos futuros y el logro de nuestros objetivos financieros

advirtió el banco.

Los ingresos de la compañía en el periodo enero-marzo llegaron a 9,490 millones de dólares, por debajo de los 9,730 millones estimados por analistas y una caída de 7.7% en comparación con el mismo lapso de 2019.

La división de gestión de riqueza de la empresa registró ingresos de 4,040 mil millones de dólares, con lo que se mantuvo prácticamente igual que durante el mismo periodo del año previo.

En su división de inversiones, los ingresos cayeron a 25 millones de dólares desde los 81 millones del año previo, debido a una reducción de la inversión relacionada con energía, uno de los sectores más afectados por la pandemia.

En tanto, los ingresos de renta fija fueron de 2,200 millones de dólares, 500,000 dólares por encima de lo esperado, mientras que los títulos de renta variable también obtuvieron un rendimiento superior, con ingresos de 2,420 mil millones, casi 200 millones más de lo esperado.

El reporte de Morgan Stanley se suma a los malos resultados de bancos como JP Morgan Chase, Citigroup, Goldman Sachs y Wells Fargo, que experimentaron una pronunciada caída de su utilidad y sus ingresos en los primeros tres meses del año.