Nota del editor: noticia actualizada a las 09:42 horas

Las acciones de Ford en la Bolsa de Nueva York caen 4.09% este martes luego de que el lunes Moody’s anunciara que había rebajado a especulativa o “chatarra” la calidad de crédito de la automotriz debido a la debilidad financiera de la compañía mientras se lanza a una ambiciosa reestructura.

La calificadora de riesgo dijo que rebajó a “Ba1” la nota de la empresa tras tomar en cuenta sus débiles perspectivas de flujo de caja y márgenes de ganancias en el periodo 2020/2021 y además consideró que los planes de la empresa son “inauditamente grandes y desafiantes”.

El desempeño de Ford se erosionó “en un periodo en el que las condiciones globales del mercado automotor han sido bastante saludables”, dijo Moody’s.

“Ahora Ford enfrenta los retos de resolver esos problemas operacionales mientras la demanda en los principales mercados se está debilitando y cuando la industria del automóvil compite con cambios a un ritmo sin precedentes relativos a la electrificación de vehículos, conducción autónoma, viajes compartidos y crecientes reglamentaciones contra emisiones” de gases contaminantes, afirmó la calificadora.

El gigante estadounidense de los automóviles enfrenta ineficiencias operacionales en todos los mercados clave y debilitadas perspectivas en China.

Ford hizo progresos en la reducción de sus costos en el gigante asiático. Empero el horizonte se observa desafiante debido a un “mercado cada vez más competitivo” y con decrecientes tasas de crecimiento económico en China.

La agencia duda también sobre la capacidad de reestructurar las operaciones en América del Sur y Europa en el tiempo que Ford se impuso.

“La extensión de esa reestructura es enorme y difícil. Se extenderá al menos hasta 2023”, estima Moody’s.

Considerablemente mejor es el panorama en América del Norte, donde la modernización de su lucrativa serie de camionetas y pick-ups F debería impulsar los proyectos operativos.

Moody’s dijo que la alianza de Ford con Volkswagen es promisoria, pero tendrá un “mínimo impacto” en las ganancias y flujo de caja antes de 2022.