Jack Ma, le dice este martes adiós a Alibaba, la compañía que fundó hace 20 años, y le entrega las riendas de su imperio en expansión a una nueva generación de líderes, encabezada por Daniel Zhang, el actual CEO.

Ma, quien cofundó Alibaba en 1999 y renunció como director ejecutivo en 2013, fue el rostro internacional de la compañía en los principales eventos políticos y comerciales. Ahora buscará centrarse en la filantropía y la educación.

El exprofesor de inglés, que hoy cumple 55 años, ya supervisa una serie de proyectos de caridad en educación y medioambiente. Es una figura de culto en la industria de internet de China y ha atraído a muchos seguidores entre los empresarios y en la cultura pop. En los eventos, a menudo se encuentra con fanáticos que gritan.

Aunque deja su cargo frente a Alibaba, Jack Ma continuará siendo el líder empresarial de más alto perfil de China. Ha actuado como asesor de líderes políticos en Asia y Europa y ha fomentado grandes ambiciones en Estados Unidos.

Mientras estuvo al frente de la compañía, Ma impulsó a Alibaba a convertirse en un gigante que domina el mercado minorista en línea de China, y extiende su influencia a la logística y las redes sociales, además de haber generado un imperio fintech separado alrededor de la popular plataforma de pagos Alipay.

Un momento complicado

Ma mantiene un destacado perfil internacional, invitando frecuentemente a líderes mundiales a la sede de la compañía en Hangzhou. El año pasado, se reunió con el presidente Donald Trump, quien lo describió como “inteligente” y “de mente abierta”.

Alibaba fue fundada por 18 personas lideradas por Ma. La empresa de comercio electrónico más grande de China, ahora tiene más de 66,000 empleados a tiempo completo, mostró la última presentación anual de la compañía.

La compañía tiene un valor de mercado de poco más de 462,000 millones de dólares. Ma también controla Ant Financial, que se valoró en alrededor de 150,000 millones de dólares después de una ronda de recaudación de fondos hace un mes.

Los planes de sucesión llegan en un momento difícil para las empresas tecnológicas chinas. Las autoridades han tratado cada vez más de regular la industria donde Alibaba y su principal rival Tencent Holdings están luchando por los consumidores.

Las tensiones comerciales también presentan un nuevo desafío para las empresas tecnológicas chinas, especialmente aquellas como Alibaba, que se están expandiendo rápidamente en el extranjero.

Este año, los reguladores rechazaron una oferta de 1,200 millones de dólares por el servicio de transferencia de dinero Moneygram International de Ant Financial por razones de seguridad nacional, que según la compañía estaba relacionada con cambios “geopolíticos”.

Ma, que ocupa el lugar 20 de la lista de billonarios de Bloomberg con un patrimonio de 41,800 millones de dólares, dijo al New York Times que su retiro no fue el final de una era, sino el comienzo de una.

Si bien el plan de Ma de retroceder gradualmente fue un hito, los analistas y los profesionales de la industria dijeron que es poco probable que su participación cambie significativamente.

“En este momento, es poco probable que Zhang tome decisiones importantes sin el apoyo de Ma”, dijo a Bloomberg el director de Kaiyuan Capital, una firma de consultoría financiera ubicada en Shanghái, Brock Silvers.