Aunque aún no se ha determinado el total de los daños por el paso del huracán Otis en Guerrero, la agencia calificadora Moody’s estima que el sector asegurador se llevará el mayor impacto por el evento.
Esperamos que las aseguradoras mexicanas de propiedad y accidentes enfocadas en el área incurran en pérdidas y reporten resultados negativos en 2023, lo que potencialmente afectando sus indicadores de solvencia
indicó la firma en una nota de análisis.
Agregó que los costos potenciales por este fenómeno pueden compararse con los provocados por el huracán Wilma en Quintana Roo en 2005, por el que las aseguradoras pagaron alrededor de 2,700 millones de dólares, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Las pérdidas para las empresas de seguros con cobertura de propiedad y accidentes provendrán principalmente de los sectores orientados al turismo, indicó Moody’s, aunque señaló que debido a la baja penetración de seguros en el estado, las pérdidas económicas por Otis afectarán en forma desproporcionada a las empresas de menores ingresos y poblaciones típicamente no aseguradas.
Además, si bien las siete principales aseguradoras en México representan más de 50% de las primas asociadas con este tipo de coberturas, su diversificación geográfica y de negocio limitará su exposición a las pérdidas; a esto se añade que el sector asegurador tiene una reserva para catástrofes por 3,000 millones de dólares.
Banca, Telecom y CFE con efectos menores por Otis
En tanto, para los sectores bancario, de telecomunicaciones, así como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la agencia espera “sólo efectos crediticios marginalmente negativos”.
En el caso de los bancos, consideró que las afectaciones tendrán interrumpido el servicio en sucursales durante varias semanas, pero los riesgos crediticios serán limitados por la diversificación de portafolio y su fuerte capitalización.
Mientras que para empresas de telecomunicaciones, como América Móvil (propietaria de Telmex y Telcel), Televisa (a la que pertenece Izzi) y Total Play, también se prevé un riesgo crediticio limitado por la diversificación geográfica de sus servicios y operaciones.
La calificadora indicó que el restablecimiento de este servicio dependerá de que primero se logre normalizar el suministro eléctrico, aunque las empresas suelen estar aseguradas por los daños a su infraestructura física y hasta cierto punto sobre la interrupción de sus operaciones, por lo que parte del costo será recuperado.
Mientras que para CFE, que ha restablecido la electricidad a alrededor del 50% de los usuarios afectados, los costos de reparar su infraestructura tendrán un bajo impacto por la escala de la eléctrica estatal y los seguros con que cuenta.
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