Por: Alejandro Juárez y Ángel Alcántara
Las industrias en México se alistan para lanzar una reactivación escalonada cuando pase la etapa más crítica del coronavirus en el país.
Las autoridades sanitarias contemplan que la recuperación de las actividades productivas comience a partir del 17 de mayo en 979 municipios, donde el número de contagios es relativamente bajo, igual que el riesgo de propagación de la enfermedad.
Por su aporte a las finanzas nacionales, la reactivación de las industrias de la construcción, automotriz y turística será prioritaria, de acuerdo con José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Entre las tres aportan alrededor del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). Además, estos sectores generan más de 3.7 millones de puestos de trabajo en el país y de ellas dependen más de siete millones de personas.
Es crucial que la industria de la construcción sea de las primeras en abrir, por el peso que tiene en la economía nacional, los empleos generados y la economía circular que se genera a su alrededor
comentó Eugene Towle, socio director en Softec.
Sin embargo, la reactivación de este sector será lenta, debido a las contracciones que reportó en los últimos dos años. La interrupción en las cadenas de suministro también generarán daños, advierte Ricardo Trejo, director de la consultora Forecastim.
En 2019 la industria de la construcción perdió 152,000 empleos, como resultado de una caída del 6.9% de su valor, de acuerdo con cifras de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
En cuanto al sector automotriz mexicano, la urgencia de su aceleración radica en empatar la producción con la reapertura de las líneas de producción en Estados Unidos. México es uno de sus principales proveedores de componentes.
Con miras a la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) el 1 de julio, el sector tiene que estar preparado. Es importante que se reactive lo más pronto posible para que ya esté funcionando con normalidad
mencionó Gerardo Gómez, director y country manager de la consultora J.D. Power México.
Armando Sánchez, director general del Instituto de Investigaciones Económica de la UNAM, opina que la industria automotriz nacional se debe sincronizar de manera inmediata con la estadounidense, pues de no hacerlo, otro país ocupará su lugar como proveedor.
Turismo, en ‘terapia intensiva’
El turismo es otro sector que espera con urgencia la restauración de las actividades. Desde el fin de semana que comenzó el 13 de marzo, la ocupación de los hoteles se desplomó en los principales puntos turísticos hasta sus niveles más bajos de la historia.
En Ciudad de México y Cancún, el porcentaje de cuartos ocupados acumula varias semanas debajo del 5%. Estos niveles solo se habían visto en 2009, durante la crisis ocasionada por la influenza A-H1N1, dice Rafael García, representante de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) en la capital del país.
En Ciudad de México diario se dejan de ingresar al menos 100 millones de pesos (mdp) debido a las cancelaciones de cuartos, así como al desplome en las ventas de alimentos y bebidas que esto conlleva
dijo el directivo.
Por otra parte, la ocupación en Cancún –el destino de playa más visitado del país– se precipitó a menos de 2%, luego de reportar un promedio anual superior al 70%, de acuerdo con el Compendio Estadístico de la Actividad Hotelera más reciente.
La zona hotelera de esta región cuenta actualmente con solo tres hoteles abiertos con 1.8% de ocupación, mientras que otros puntos importantes, como Isla Mujeres y Puerto Morelos, reportan 100% de sus hoteles cerrados.
Para contrarrestar los efectos negativos de la crisis, los hoteleros de estas ciudades trabajan de manera independiente en la elaboración de un programa llamado Covid-free, a través del cual buscan garantizar el mayor nivel de higiene en sus instalaciones.
La estrategia está orientada hacia la recuperación de la confianza de los viajeros, principalmente en los turistas nacionales, explica Roberto Cintrón Díaz, presidente de la AMHM en Quintana Roo.
En Ciudad de México, las medidas incluyen la elaboración de nuevos manuales sobre protocolos de higiene, así como el diseño de un plan de vuelta gradual a la normalidad en las actividades.
Para el caso de Cancún, la AMHM está a la espera del plan sanitario que acerque a los hoteles a estar libres de coronavirus. La elaboración de la estrategia para todo Quintana Roo será diseñado por la Secretaría de Turismo estatal, confirmó Cintrón Díaz.
Los empresarios mexicanos se fijan en modelos que están aplicando países europeos, donde se advierte una desescalada de la pandemia en las últimas semanas.
La Cuenta Satélite del Turismo de México indica que este sector aporta el 8.7% al PIB nacional. Además, cada año emplea a alrededor de 2.3 millones de personas, equivalentes a 6% de los puestos totales de trabajo a nivel nacional.
España, por ejemplo, pretende alcanzar la llamada “nueva normalidad” a finales de junio a través de un plan transitorio que consta de cuatro fases. La primera arranca el 11 de mayo y contempla la reapertura de alojamientos con numerosas restricciones.