México es el país más rezagado en la adopción de pagos sin contacto a nivel Latinoamérica, con una penetración inferior al 5%, de acuerdo con Mauricio Schwartzmann, country manager de Mastercard.
Una encuesta elaborada por la empresa de tecnología en la industria de pagos en 2020 reveló que la pandemia aceleró el uso de este tipo de pagos en la región, mientras otro estudio publicado por Kushki y Americas Market Intelligence indicó que para 2023 las transacciones sin contacto ya representan más del 35% de todas las compras con tarjeta en tiendas de la región.
Schwartzmann consideró que parte del atraso está vinculado con el hecho de que se requieren avances en cuatro elementos principales y es difícil alinear a la industria en temas de prioridades e inversiones.
“Para poder hacer pagos sin contacto con tarjetas o dispositivos necesitas cuatro cosas: que las tarjetas tengan la antena necesaria, que las cámaras de compensación tengan los data elements para reconocer una transacción sin contacto, que las terminales del mercado estén listas y educar a la gente para que las use”, explicó el directivo.
Vienen avances
Pese al rezago, existen señales de un mayor impulso a los pagos sin contacto. Por ejemplo, Schwartzmann estimó que para este 2023 todos los bancos emitirán plásticos con esta tecnología, aunque podrían pasar un par de años antes de que la gran mayoría de los tarjetahabientes cuente con uno.
Normalmente las tarjetas tienen un vencimiento y las instituciones lo aprovechan para renovar, pero esos procesos pueden demorar de tres a cuatro años. Sin embargo, cuando el ecosistema está listo y todo el mundo hace pagos sin contacto se ven forzados a hacerlo
expuso en entrevista tras participar en un encuentro organizado por Colectivo23.
Además, comentó que ya existe un acuerdo general entre todos los jugadores del ecosistema, incluidas las cámaras de compensación, para avanzar en aspectos como el pin online que se requiere cuando las compras superan el monto de 400 pesos.
Mastercard, que recibió su autorización a finales de 2018, es una de las cuatro cámaras de compensación en México, junto a E-global, Prosa y Visa.
Respecto a las terminales punto de venta (TPV), comentó que gran parte ya cuenta con la tecnología para recibir estos pagos, aunque aún se requieren inversiones para renovar las que tienen las tiendas departamentales o supermercados.
En el apartado de educación y promoción del uso de pagos sin contacto entre la población, adelantó que se encuentran haciendo inversiones junto a otros adquirentes para habilitar pagos sin contacto en el Metro y Metrobús, y lanzarán una campaña en las próximas semanas.
Open finance, regulación necesaria
Sobre las disposiciones secundarias pendientes para que el modelo de open finance (finanzas abiertas) avance en México, Swartchzmann espera que este año logre destrabarse el tema.
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Comentó que Fintech México, asociación de cuyo consejo forma parte Mastercard, ha estado trabajando activamente para acelerar el desarrollo de la regulación, que será un catalizador para construir y desarrollar propuestas que beneficien al usuario final.
La regulación es tan importante porque como estás compartiendo datos de personas, lo que quieres son estándares para crear seguridad en cómo se comparten los datos, definir quién cobra, estandarizar, dar seguridad y confianza al usuario. Sin regulación nadie se anima a compartir o acelerar
afirmó el directivo.
El open finance se contempló desde la Ley Fintech de 2018, donde el artículo 76 aborda la obligación de que entidades financieras establezcan interfaces de programación de aplicaciones (APIs) estandarizadas para conectar con otras y compartir información que resulte en mejores servicios financieros.
La legislación estableció 24 meses tras la promulgación para emitir las disposiciones secundarias que hicieran posible compartir los datos en tres niveles: abiertos, agregados y transaccionales.
En 2020 se publicaron, con retraso, disposiciones de carácter general relacionadas con las APIs y los datos financieros abiertos, pero aún faltan las restantes.