México atrae proyectos en el naciente sector del hidrógeno verde
México atrae proyectos en el naciente sector del hidrógeno verde

México atrae proyectos en el naciente sector del hidrógeno verde

Los proyectos relacionados con hidrógeno verde están creciendo en México, un sector que según estimaciones de la Asociación Mexicana de Hidrógeno (AMH2) puede captar alrededor de 60,000 millones de dólares en inversiones.

En lo que va del año se han anunciado al menos una decena de planes para la producción del gas, considerado como una fuente aliada en la transición energética, con la finalidad de usarlo como combustible, contribuir a la generación de electricidad o para la industria química.

De ellos, el del fondo Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) representa la mayor inversión, con un monto de 10,000 millones de dólares para un proyecto de gran escala que se ubicará en Oaxaca y que, según el gobierno mexicano, está orientado a suministrar combustible renovable a buques.

En tanto, la francesa HDF destinará 2,500 millones de dólares al desarrollo de siete proyectos, el primero de los cuales se ubica en Baja California Sur y está en la última etapa de fase de desarrollo. La empresa prevé añadir dos proyectos más en el estado, así como tres en la península de Yucatán y otro dentro del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).

Mientras la estadounidense Transition Industries anunció en el marco de la COP 28 el desarrollo de una planta de producción de metanol a partir de carbono captado e hidrógeno verde en Sinaloa, en colaboración con la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial. De acuerdo con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, se invertirán 2,200 millones de dólares para este objetivo.

También figuran nombres como las empresas alemanas Hy2gen y Siemens, donde la primera firmó un acuerdo de cooperación con el estado de Campeche en julio para construir una planta que elabore amoniaco a partir del hidrógeno renovable y la segunda está valorando instalar una planta en Michoacán, según medios locales.

Inicio de una industria

México aún no produce hidrógeno verde, pero está cerca de elaborar las primeras moléculas mediante proyectos de pequeña escala, por lo que el país está ante el nacimiento de una industria, dijo el presidente de la AMH2, Israel Hurtado.

 Cada vez el panorama se vuelve más prometedor y más interesante el tema de la producción. Espero que podamos materializarlo el próximo año finalmente

comentó en entrevista.

La Organización Mundial de Comercio (OMC) proyecta que la demanda global del energético se quintuplicará para 2050, en medio de los procesos de descarbonización de una serie de industrias.

En este contexto, México se convierte en un país atractivo para estos proyectos por factores como su ubicación geográfica, explicó Hurtado, tanto porque es uno de los países que más radiación solar recibe en el planeta como porque le permite atender al norte y sur del continente como a mercados asiáticos, además del potencial para energía eólica.

El hidrógeno verde se obtiene a través de electrólisis, un proceso para separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno en el agua mediante una corriente eléctrica que se obtiene mediante fuentes renovables.

Cambio de opinión

Al desarrollo de esta industria también abona el viraje que parece haber dado la política energética del país alrededor de las fuentes renovables.

En la primera mitad del sexenio, el gobierno limitó el despacho de energía renovable de fuentes intermitentes como la eólica o solar con el argumento de cuidar la confiabilidad del sistema eléctrico.

Sin embargo, en la recta final de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han anunciado proyectos de energías renovables como el Plan Sonora y parques eólicos en colaboración con el gobierno de Estados Unidos.

Incluso dentro del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2023-2037 que se publicó este año, la Secretaría de Energía proyectó que en 2036 las centrales de ciclo combinado generen energía a partir de una mezcla de 70% gas natural y 30% hidrógeno verde.

“Hay cierta presión internacional, México firmó diversos tratados a nivel internacional de reducción de emisiones y también algunos otros compromisos internacionales para impulsar las energías renovables y la descarbonización”, dijo Hurtado.

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