McDonald’s registró una pérdida del 6.2% de sus ingresos en el primer trimestre de 2020, a 4,714 millones de dólares desde los 5,024 millones de dólares del mismo lapso del año previo.
Las ventas globales también tuvieron una disminución de 3.4%, debido al brote de COVID-19 y al impacto operativo provocado por factores como el cierre de restaurantes, operaciones limitadas y los cambios en el comportamiento del consumidor.
Después de nuestro sólido desempeño en 2019, McDonald’s comenzó 2020 con un impulso global excepcional, y nuestras ventas de enero y febrero reflejaron esa tendencia. Desde entonces, la crisis global causada por la pandemia de COVID-19 ha interrumpido significativamente nuestro negocio y continuamos operando en un entorno muy desafiante e impredecible
dijo el CEO de McDonald’s, Chris Kempczinsk
Aproximadamente 75% de sus cerca de 39,000 restaurantes McDonald’s en todo el mundo permanecen abiertos para servir a los clientes, incluyendo casi todos sus 14,000 locales en Estados Unidos. La mayoría se han adaptado para enfocarse en modalidades de drive-thru, delivery, y para llevar.
La compañía sostuvo que reanudó sus operaciones en China, donde el virus fue detectado por primera vez a fines del año pasado, aunque la demanda seguía baja porque los consumidores no habían retornado del todo a sus actividades normales.
El pasado 8 de abril, McDonald’s retiró su perspectiva de 2020 y su perspectiva a largo plazo debido a la incertidumbre relacionada con el impacto de COVID-19 en las condiciones económicas mundiales y las operaciones comerciales de la compañía.
La ganancia neta bajó a 1,100 millones de dólares, o 1.47 dólares por acción, en el trimestre finalizado el 31 de marzo; frente a utilidades de 1,330 millones de dólares, o 1.72 dólares por papel, reportadas el año anterior.
Acciones que tomará la compañía
Los pasos para preservar la flexibilidad financiera de la compañía incluyen suspender el programa de recompra de acciones de McDonald’s.
Así como el aumentar la posición de efectivo de la compañía con 6,500 millones de dólares de financiamiento de deuda nueva y reducir los gastos de capital planificados en aproximadamente 1,000 millones para 2020.