El grupo de artículos de lujo LVMH dijo el jueves que considerará contra-demandar a Tiffany, acusándola de malos manejos durante la crisis de coronavirus luego de que la compañía de joyería estadounidense acusó a su contraparte francesa de intentar doblegar el acuerdo de adquisición por 16,000 millones de dólares.
El dueño de marcas como Louis Vuitton, liderado por el multimillonario Bernard Arnault, dijo el miércoles que no había podido completar la compra de Tiffany luego de que el gobierno francés solicitó un retraso al cierre de la transacción.
Tiffany inició una demanda contra LVMH en Delaware, el estado de Estados Unidos donde está registrada la compañía basada en Nueva York, para forzarla a completar el acuerdo negociado el año pasado antes del inicio de la pandemia de COVID-19.
La propagación del virus impactó fuertemente al sector de lujo y ha generado dudas sobre la posibilidad de que LVMH haya pagado de más con su oferta de 135 dólares por acción.
“LVMH está sorprendido con la demanda iniciada por Tiffany”, dijo el grupo francés en un comunicado, donde la llamó ‘infundada’. “LVMH se defenderá de forma vigorosa”.
LVMH, que dijo que también iniciaría su demanda en Delaware, agregó que ésta retaría la forma en que Tiffany manejó sus negocios durante la pandemia, incluyendo el pago de sus dividendos.
Tiffany aprobó el pago de dividendos trimestrales de 0.58 dólares por acción en mayo y agosto, lo que estaba permitido por el acuerdo de la fusión. LVMH dice que, dado que la compañía estadounidense perdía dinero y sus ventas caían debido a la emergencia sanitaria, no debería haber procedido con los pagos. LVMH cortó sus propios dividendos para el año fiscal 2019 30%.
LVMH dijo que no puede completar el trato bajo los términos acordados porque el gobierno francés solicita el retraso, y que no tiene deseos de extender la fecha límite más allá de la fecha original del 24 de noviembre.
La compañía rechaza las acusaciones de Tiffany sobre el presunto aplazamiento de la transacción al no solicitar la aprobación de competencia, además de que utilizaría al gobierno francés como una excusa para retirarse del acuerdo.
Además, dijo que solicitaría aprobación a las autoridades europeas de competencia en los próximos días, y que esperaba tener la aprobación en octubre. Una fuente cercana dijo que la solicitud podría ocurrir la próxima semana.
LVMH dijo en su comunicado que Tiffany tuvo un peor desempeño que las compañías comparables de LVMH durante la primera mitad del 2020, y dijo que los prospectos de la marca estadounidense en 2020 eran “muy decepcionantes”.
Tiffany reportó una pérdida neta de 33 millones de dólares en la primera mitad de 2020, comparado con una pérdida de 17 millones de la división de joyas y relojes de LVMH, en la que se incluye la marca Bulgari.
El grupo francés no revela el desempeño financiero de marcas individuales. Las ventas de toda la división de joyas y relojes disminuyó 39% contra un 34% de Tiffany.
Sin embargo, el grupo francés, como un conglomerado diversificado, limitó la baja de sus ventas para el periodo a 28% y consiguió ganancias por 1,670 millones de euros.
Según el acuerdo de la fusión, un efecto de adversidad material (MAE) se activa si el negocio de Tiffany tiene resultados considerablemente peores que los de los negocios comparables. El MAE es una cláusula estándar en un acuerdo de fusión que el comprador puede invocar para retirarse de un acuerdo si ocurre un evento que dañe las metas de la compañía antes de que el trato esté finalizado.
Fuentes dijeron a Reuters que Arnault, quien es conocido como un duro negociador, explora formas de bajar el precio del trato con Tiffany, algo que el jefe de finanzas de LVMH ha negado.
Analistas dicen que ambos lados aún podrían llegar a un acuerdo en otro precio, aunque algunos mencionaron la posibilidad de que Arnault tenga los ojos puestos en Richemont, dueño de Cartier y Van Cleef.