La compañía aérea Lufthansa, que perdió 2,100 millones de euros en el primer trimestre del año, dijo este miércoles que la recuperación de su actividad será “muy lenta” y necesitará “una profunda reestructuración”.
La crisis del coronavirus “afectó de manera inédita nuestros resultados” y “la demanda solo se recuperará muy lentamente, lo que tendremos que reequilibrar con una reestructuración”, dijo el CEO de la aerolínea alemana, Carsten Spohr, en un comunicado.
En los próximos meses, la compañía aumentará el número de vuelos pero su oferta de asientos hasta septiembre será de 40% menos de lo que estaba previsto antes de la pandemia.
Para superar esta crisis sin precedentes, Lufthansa obtuvo 9,000 millones de euros de ayudas públicas y créditos garantizados por Alemania, con lo que se integrará al capital del Estado, que será el primer accionista. Además, también obtuvo concesiones a la competencia exigidas por Bruselas.
“Hemos trabajado duro para mantener la solvencia de la empresa y desde hace algunos días podemos decir que ha sido un éxito”, dijo Spohr en conferencia telefónica, y afirmó que confía en las posibilidades de que los accionistas validen este plan en la junta general, el 25 de junio.
La aerolínea dijo que prevé bajar sus costos, que en abril anunció que se desprenderá de 100 de sus 763 aviones y cerraría su filial Germanwings.
Spohr comentó que la ayuda del gobierno alemán les brinda una base sólida para continuar con su estrategia, y se trata “del mejor resultado posible para nuestros accionistas, empleados y clientes”.
“Solamente con este plan garantizaremos la viabilidad del grupo en estos tiempos de crisis”, añadió en la conferencia telefónica, convencido de haber “evitado la quiebra”.
Incluso así habrá 10,000 empleos de más, estimó Spohr, aunque prometió negociar con los sindicatos para mantener el mayor número de puestos de trabajo posibles.
Soluciones innovadoras
En tanto, el director financiero de la aerolínea, Thorsten Dirks, dijo que la reestructuración “sólo puede funcionar si nos ponemos de acuerdo con los actores sociales en soluciones innovadoras”.
Mientras tanto, su filial Brussels Airlines anunció el 12 de mayo que quiere suprimir 1,000 puestos de trabajo, una cuarta parte de su plantilla. Y Austrian Airlines, también filial de la empresa alemana dijo que reducirá los costos de personal en 20% y se separará de una quinta parte de sus aviones.
A nivel mundial, varias aerolíneas han anunciado recortes de puestos de trabajo a causa de la pandemia del COVID-19, entre ellas Air Canada (al menos 19,000 empleos), British Airways (12,000, un 30% de los efectivos), así como la estadounidense Delta (10,000), mientras que otras quebraron.
Por otra parte, Lufthansa también evalúa la venta de algunas actividades que no forman parte de su negocio principal.
Lufthansa ya vendió sus actividades europeas de su filial de catering LSG al suizo Gategroup pero abandonó el proyecto, anunciado antes de la pandemia, de venderlo por completo.
La empresa anunció a finales de abril una pérdida operativa ajustada de 1,200 millones de euros, en un contexto de una caída de 18% de su facturación.
Sin embargo, 300 aviones se quedarán todavía en tierra en 2021 y en 2022 lo harán 200 aeronaves, antes del “final de la crisis en 2023”.
En el peor momento de la crisis del coronavirus, en abril y mayo, 700 aviones estaban en tierra, gran parte de ellos en una pista de aterrizaje del aeropuerto de Frankfurt.