La apuesta por la electrificación es cada vez mayor entre las grandes automotrices y aunque en México tener este tipo de vehículo permite a sus propietarios deducir parte de su costo y exentar el pago de ciertos impuestos, aún es necesario contar con mayores incentivos para impulsar este mercado y cultura de las energías limpias.
Al adquirir un vehículo de este tipo, es posible deducir el 25% del valor, pero solo será aplicable cuando el auto supere el monto de los 250,000 pesos y la deducción se hará sobre esta cantidad, según lo establece la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Es decir, si una persona compra un auto híbrido o eléctrico de 400,000 pesos, puede tener acceso a la deducibilidad del 25%, pero se hará sobre los 250,000 pesos, con lo que se deduce 62,500 pesos
explicó Pamela Castro, contadora y especialista en impuestos.
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Este tipo de beneficios fiscales los pueden obtener tanto personas físicas (régimen de actividad empresarial y servicios profesionales) como las personas morales. Solo las personas que estén bajo el nuevo Régimen Simplificado de Confianza (Resico) no tienen acceso a estos incentivos.
Para quienes trabajan en plataformas digitales de transporte, como Uber o Didi, tendrían que realizar su pago de impuestos como provisional en lugar de definitivo para acceder al beneficio, explicó la especialista en impuestos.
Adicionalmente, los vehículos eléctricos no pagan tenencia en Ciudad de México y otras entidades del país, están exentos del pago del Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN) y tampoco debe pagarse por su importación.
Faltan incentivos
La venta de vehículos híbridos y eléctricos ha ido en aumento año con año en el país, pero sigue representando una pequeña parte del total de autos que se comercializan en el país.
Entre enero y noviembre del año pasado, de los 917,315 autos ligeros vendidos en el país, solo 42,969 (4.7%) correspondieron a híbridos y eléctricos.
Para Gerardo Gómez, director general de JD Power México, el precio sigue siendo la principal barrera para acceder a este tipo de carro, así como la falta de infraestructura para el caso de los eléctricos y también la falta de incentivos fiscales.
(Los incentivos fiscales) son insuficientes y están muy específicos para cierto grupo de la población que tal vez ni lo necesita por el mismo costo del vehículo
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Además, mencionó que el libre arancel a la importación que comenzó a aplicarse en 2020 no se tradujo en un beneficio para el consumidor final.
“Si el beneficio es de alrededor del 18% al 20%, tal vez nos se le podía trasladar todo directo al cliente, pero sí al menos entre 10% y 15% debían haberle bajado al precio directamente para tener acceso a más consumidores”, dijo.
Gómez mencionó que en países emergentes, como México, la adopción masiva de los eléctricos aún se ve lejana, por lo que los vehículos híbridos serán la alternativa de transición, aunque un precio más atractivo será clave para que sus ventas se disparen.
“El costo promedio de los vehículos es de 320,000 pesos en promedio. Un vehículo 100% eléctrico debería costar no más de 30% de ese monto para que empiece a ser considerado en un mercado como México”, afirmó.