Andrés Manuel López Obrador siempre tuvo una inclinación con respecto a la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

En distintos foros, el presidente electo de México se pronunció a favor de detener el proyecto original de Texcoco y propuso una nueva solución al problema de saturación del actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

Tras cuatro días de consulta ciudadana, el lunes anunció que al iniciar su administración cancelará el proyecto de Texcoco y en su lugar hará tres cosas: habilitar la base militar de Santa Lucía para vuelos comerciales, realizar inversiones para mejorar el actual aeropuerto, e invertir para rescatar el aeropuerto de Toluca, el segundo más grande del área Metropolitana.

Con esta última estrategia, Andrés Manuel beneficiará a OHL, una de las empresas más polémicas del gobierno de Enrique Peña Nieto y que hace unos años estuvo envuelta en un escándalo de reputación que casi la extingue.

OHL, que en julio de este año cambió su nombre a Aleatica, fue una de las empresas que AMLO más criticó en los últimos años por su cercanía con el Grupo Atlacomulco y por presuntamente participar en actos de corrupción.

Aleatica será una de las más beneficiadas con la cancelación del NAIM porque es dueña del 49% del aeropuerto de Toluca y opera el Circuito Exterior Mexiquense, una vía que conectará con Santa Lucía.

El año caótico para OHL

En mayo de 2017, Andrés Manuel López Obrador acusó a OHL de participar en actos de corrupción relacionados con la concesión, construcción y operación de la autopista Atizapán-Atlacomulco.

En un video publicado en su cuenta de Facebook, dijo que el fallo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a favor de OHL para la concesión de la autopista le fue asignada por ayudar a financiar la campaña política de Alfredo del Mazo a la gubernatura del Estado de México.

“Tengo aquí este fallo de la SCT (…) donde se resuelve darle la concesión a OHL, una empresa española caracterizada por entregar dinero a políticos de España y de México, una concesión de 30 años para la autopista Atizapán Atlacomulco (…) OHL es empresa favorita de Peña, del secretario de Comunicaciones y Transportes y de Videgaray. Ahora hasta están financiando la campaña de Del Mazo en el Estado de México”, dijo Andrés Manuel en el video.

Pero esa no era la primera vez que AMLO arremetía contra la empresa.

El 7 de octubre de 2015, el tabasqueño publicó una fotografía donde alude a presuntos beneficios que la empresa recibió a cambio de apoyar la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.

“Miren a José Andrés de Oteyza, representante en México de la empresa española OHL, encarando a Peña Nieto; es como si le estuviese diciendo: ‘no te olvides del apoyo que te hemos dado desde la campaña, no te hagas el desentendido, nos tienes que seguir ayudando con contratos y cuidadito con rajarte”, escribió en dicha publicación.

El mensaje de AMLO en 2015 era la cereza del pastel de lo que fue un año caótico para OHL.

En abril de ese año salieron a la luz grabaciones de presuntas conversaciones entre directivos de la compañía y funcionarios del gobierno federal y del Estado de México. Estas sugerían sobrecostos en obras públicas y pagos de vacaciones a algunos funcionarios para obtener beneficios.

La empresa argumentó que las grabaciones eran una campaña de desprestigio por parte de Infraiber, una empresa con la que OHL sostuvo una batalla legal por un contrato para medir el aforo vehicular en el Circuito Exterior Mexiquense.

Sin embargo, el escándalo hizo mella en la confianza de los inversionistas. En junio de 2014, sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores tocaron máximos históricos de 39.8 pesos por título, pero para enero de 2016, sus títulos ya valían 16.8 pesos.

En 2015, Pablo Wallentin, entonces representante de OHL en México, renunció a su cargo y más tarde, en 2016, José Andrés de Oteyza salió de la presidencia del Consejo de Administración de la empresa.

De la mano de Oteyza, que es amigo de José María Riobóo, un personaje clave para la cancelación del NAIM, OHL construyó y operó grandes proyectos de infraestructura como el Circuito Exterior Mexiquense, realizado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México.

AMLO ¿salvará a Toluca de la muerte?

Toluca es un aeropuerto venido a menos. Aleatica posee 49%, el Gobierno del Estado de México detenta 26% y Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) controla el otro 25%.

Desde 2008 va cuesta abajo en el tráfico de pasajeros. Para dimensionar la gravedad de su situación, tiene una capacidad instalada para trasladar a ocho millones de personas al año y capacidad potencial de atender a 25 millones, según datos de la misma empresa, pero en 2017 trasladó apenas a 665,000.

En los primeros nueve meses de 2018, Toluca recibió alrededor de 425,000 pasajeros, eso significa que el aeropuerto opera entre 10 y 20% de su capacidad debido a que algunas aerolíneas han optado por mudarse al aeropuerto actual.

Cuando se dio la quiebra de Mexicana y se liberaron slots en el aeropuerto actual, muchas aerolíneas mudaron sus vuelos hacia allá. (…) Cuando se dio esta situación, hubo esta caída de la que no se ha podido recuperar

explicó una fuente a EL CEO que pidió no ser identificada.

Según datos de la empresa, la caída de tráfico ocurrió desde antes, pero la quiebra de Mexicana pudo agravar la situación.

De acuerdo con el último reporte financiero de Aleatica, enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, el nivel de pasajeros comerciales disminuyó 39.1% en el tercer trimestre de 2018 comparado contra el mismo periodo del año pasado, ubicándose en 117,851 pasajeros.

“La reducción en el volumen de pasajeros comerciales se debe a que TAR suspendió operaciones a finales de abril, mientras que Volaris lo hizo a mediados de mayo del presente”, argumentó la empresa en su último reporte.

A pesar de un menor tráfico, los ingresos han seguido en aumento debido a un aumento en la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) que es una cuota que cobran los aeropuertos para mantener la infraestructura aeroportuaria.

Para reforzarlo, AMLO dijo que invertirá 5,000 millones de pesos en la modernización y habilitación de la infraestructura existente del Aeropuerto actual y el de Toluca.

Circuito Exterior Mexiquense: la otra joya

Además del aeropuerto de Toluca, Aleatica también tiene otra joya: el 51% del Circuito Exterior Mexiquense, una autopista de 100 kilómetros que conecta con las principales vías de entrada y salida a la Ciudad de México: México-Querétaro, México-Puebla, México-Pachuca y México-Tuxpan, y las áreas conurbadas de Ecatepec y Zumpango, en el Estado de México.

El Circuito Exterior Mexiquense le da a Aleatica el 61% de los ingresos que obtiene al año por concepto de cuotas de peaje que, al cierre de 2017, fueron de 3,702 millones de pesos en total.

La vía será relevante para el proyecto porque el plan de la nueva terminal de Santa Lucía contempla construir vialidades de acceso que conectarán con éste.

Los mercados, cautos

En los últimos días, las acciones de OHL apenas se han movido en la Bolsa, al pasar de 27.8 pesos por título el viernes 26 de octubre (una jornada previa a los resultados de la consulta) al miércoles 31, con un precio de 27.93 pesos por título.

Sin embargo, han tenido un aumento de 3.71% en los últimos seis meses desde los 26.7 pesos por título que tenía a inicios de mayo.

Los escándalos de OHL México orillaron a su matriz española a deshacerse de ella. Actualmente, Aleatica pertenece al fondo de inversión australiano IFM, que posee 86% de las acciones de la empresa a través de diversas empresas, y el 14% restante está listado en la Bolsa Mexicana de Valores. La dirige el mexicano Sergio Hidalgo y la preside el español Juan Carlos Osuna.

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