Después de cinco años de mantener la proyección de que los ingresos petroleros superaron el umbral del billón de pesos, el 2025 marcará la diferencia. El próximo año luce menos optimista para la siguiente administración federal y obligan a reconsiderar el seguir dando exenciones fiscales a Petróleos Mexicanos (Pemex), coincidieron analistas.
Según los Precriterios Generales de Política Económica 2025, presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se estima que para el próximo año -inicio de la nueva administración federal- los ingresos petroleros se ubicarán en 990,370.60 millones de pesos, cifra 10.21% menor comparada con las estimaciones para el 2024.
Las proyecciones de ingresos petroleros para el siguiente año se ubicaron en 1 billón 103,049.20 millones de pesos, mientras que para el 2023, se esperaban 1 billón 154,846.40 millones de pesos.
Causas de la disminución de los ingresos petroleros
La reducción anticipada de los ingresos petroleros es atribuida, en parte, a las decisiones de recorte en la producción adoptadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) y a las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, las cuales han ocasionado interrupciones en el transporte de energéticos a través del Mar Rojo.
Además, se anticipa una disminución en la demanda global de petróleo, destacándose especialmente la expectativa de una menor consumo por parte de China, el segundo mayor consumidor de petróleo a nivel mundial, según el análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
En este contexto internacional, para el 2025 se estima un precio de 58.4 dólares por barril de petróleo, proyección que contrasta con los 71.3 dólares por barril para este año.
El CEFP destacó que Citibanamex “ha proyectado un precio promedio del barril de petróleo de 64.4 dólares para el 2024 y de 52.2 dólares para el 2025, cifras que se sitúan por debajo de las previsiones contenidas en los Precriterios”.
¿Qué esperar de la próxima administración federal?
La disminución proyectada de los ingresos petroleros para el siguiente año plantea un escenario complicado para quien asuma la presidencia de México y más en un escenario en el que se critica que Pemex recibe demasiados apoyos, como la exención del Derecho de Utilidad Compartida (DUC), advierten expertos consultados por EL CEO.
La situación sugiere un inicio de mandato más desafiante en comparación con el que enfrentó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), según el análisis de César Augusto Rivera de Jesús, investigador en Transición Energética y Medio Ambiente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Rivera de Jesús, quien ha estudiado las fluctuaciones de los ingresos petroleros, señaló que, aunque el 2024 podría mostrar una compensación mediante otros ingresos, es crucial enfocarse en el pronóstico para 2025 porque el gobierno tendrá que tomar la decisión si seguir apoyando con el DUC a la compañía petrolera, ya que esta es una de las principales razones por las que hay menores ingresos por el oro negro.
“Este panorama nos ofrece una perspectiva de lo que podríamos esperar no solo en 2024 sino en los años subsecuentes, bajo el liderazgo del nuevo gobierno, de que si van a seguir los apoyos a Pemex, a pesar de los ingresos petroleros”, explicó Rivera de Jesús.
Afectaciones a presupuestos estatales
La reducción en los ingresos petroleros, que se estima ocuparán el 2.7% del PIB del país para 2025 y disminuirán aún más al 2.4% para 2029, podría tener repercusiones significativas en el presupuesto estatal y más para las participaciones, señaló.
“Una disminución en los ingresos petroleros afectará las finanzas estatales, limitando las participaciones federales y otros fondos esenciales. Podríamos esperar un nuevo gobierno federal más desafiante para los subnacionales”, añade Rivera de Jesús.
La postergación de una reforma integral también es materia de crítica para el profesor de Administración Pública en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Manuel Guadarrama Herrera.
Lo anterior a medida que la importancia de los ingresos petroleros disminuye y el peso de los ingresos impositivos en el presupuesto nacional se hace más relevante.
“A pesar de los esfuerzos gubernamentales, la recaudación impositiva no ha aumentado significativamente. Es importante recordar que, durante esta administración, se han reducido las contribuciones de Pemex al gobierno federal para aliviar la carga financiera de la empresa”, dijo.
Advirtió que la próxima administración tendrá que enfrentarse a estos desafíos desde el inicio, lo que podría complicar la gestión del gasto público.
Diversificación de fuentes de ingresos
La diversificación de las fuentes de ingreso del país es una necesidad para el director de Analítica de Datos del Instituto Mexicano Para la Competitividad (Imco), Victor Gómez Ayala. No solo las entradas de dinero por petróleo serán menores, los tributarios también “lo que pondría en jaque al país”.
“La reducción de nuestra dependencia de los ingresos petroleros debería ir de la mano con la búsqueda de fuentes de ingreso más estables. Aunque se disminuyó la exposición al petróleo, aún falta complementar esta estrategia con alternativas de recaudación que aseguren una economía robusta y resistente a los cambios en el mercado petrolero”, concluyó Gómez Ayala.
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