La industria pesquera en México enfrenta presiones por la falta de subsidios gubernamentales por concepto de combustible para los barcos pesqueros, así como el alza en el precio de este energético de alrededor de 15% en el último año.
La situación alarma a la Cámara Nacional de las Industrias Pesqueras y Acuícola (Canainpesca), porque eleva el costo de su producción sin que por el momento represente un alza en el precio final del consumidor o comprometa el abasto de los productos.
El apoyo que recibíamos por parte de gobierno era de alrededor de cuatro pesos por litro de diésel hasta hace poco más de un año. Ese monto representaba el 20% de lo que costaba el litro en ese entonces
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dijo Gerardo Barnetche, presidente de Canainpesca región Sonora.
Para 2019, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) considera un apoyo máximo de dos pesos por litro de díesel marino, topado hasta dos millones de litros por barco. Sin embargo, Canainpesca asegura que sus agremiados no han recibido ninguna ayuda.
Producción
El gobierno otorgó cerca de 13,000 millones de pesos entre 2005 y 2017 al sector pesquero a través de distintos programas que beneficiaron a cerca de 216,000 personas, muestran datos del sitio especializado DataMares.
Del monto total destinado, 39% corresponde a programas para combustible, seguido por la modernización de embarcaciones con 29% y apoyos para obras y estudios con 16.5%.
“La falta de apoyos es una grave afectación porque cerca de 40% del total de gasto que representa todo el proceso de pesca corresponde a la compra de combustible para las embarcaciones”, comentó Barnetche.
En el último año, el precio del diésel se ha encarecido 17%, al cerrar el mes de marzo en un precio promedio de 21.28 pesos, de acuerdo a datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
“La industria pelea por mantener los precios actuales al público con leves ajustes, pero es una realidad que afecta a la industria. Hemos mantenido reuniones con el gobierno, pero hasta el momento no sabes cuánto ni cuándo nos entregará el apoyo, pero aún no vemos un aumento en el precio final ni un desabasto del producto”, dijo el ejecutivo de la Canainpesca.
Algunas empresas que se podrían ver afectadas por la falta de apoyos serían Grupomar, que controla la marca de atún enlatado Tuny y Grupo Pinsa, que tiene la marca Atún Dolores.
Pero no solo ellos. También los consumidores.
El encarecimiento de los combustibles repercute en el precio de prácticamente todos los productos marinos, por lo que consumirlos es cada vez más costoso, muestran datos de la Conapesca.
La derrama por este concepto se duplicó de 17,785 a 38,783 millones de pesos entre 2011 y 2017. En el mismo lapso, la producción creció 22% al pasar de 1,507 a 1,923 toneladas, pero el costo de la pesca no disminuyó y el incremento en la derrama no representó tampoco crecimiento en los márgenes de ganancia de los pescadores.
Por el contrario, en Sonora, la principal entidad pesquera del país, el costo de esta acividad se incrementó hasta 133%.
Sonora concentra cerca de 75% de la producción total nacional de sardinas enlatadas, lo que se traduce en 50 millones de latas anuales, según datos de la Canainpesca, que agrupa a diferentes compañías dedicadas a la extracción de especies marinas para el consumo humano.
La piratería, el otro enemigo
Además del alza en el precio del diésel, existe otro factor que eleva el costo por kilogramo de producción marina que se genera en las costas del país: la piratería en altamar.
De acuerdo con Alejandro Robles, pescador de callo de hacha en La Paz, Baja California y director de la organización no gubernamental Noroeste Sustentable, la pesca ilícita genera un costo extra para los pescadores debido a las inversiones en vigilancia que realizan las comunidades dedicadas a esta actividad.
No existe un registro oficial de los casos de piratería que tienen lugar en las costas mexicanas, a pesar de que algunos grupos como el que lidera Alejandro Robles han reportado estos casos a las autoridades.
Gracias a reportes periodísticos de medios locales es posible encontrar casos en las costas de Campeche y Yucatán, en los que hombres armados someten a diversas embarcaciones para robar los motores de sus transportes, así como los productos recolectados.
“La atención se centra en algunas actividades como la pesca de la totoaba, por ejemplo, en el que incluso participan las fuerzas armadas para combatirla, pero en otros casos la seguridad corre como gasto para el propio pescador, lo que disminuye sus ingresos, aunque pueda pescar más”, lamenta el entrevistado.
La Cuaresma impulsa las ventas
Durante Semana Santa, el consumo de los enlatados marinos como la sardina y el atún aumenta 30% debido a la tradición católica de solo comer pescado y mariscos como forma de ayuno durante estos días.
Durante los meses que anticipan la Semana Santa, con la Cuaresma y durante la Pascua, vemos un aumento de 30% en las ventas de estos alimentos
comentó Barnetche.
Sobre los recientes descubrimientos de soya en 18 marcas de atún, el presidente de la Canainpesca comentó que aquellas marcas con los precios más accesibles son las que presentan una mayor concentración del sustituto de proteína.
Algunas de las marcas señaladas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) son Tuny Light, Atún Dolores, Calmex, Great Value, El Dorado, Aurrera, Chedraui, entre otros.
Por cierto, ya que estás aquí, quizás te interese saber cómo México perdió la batalla contra Estados Unidos por el etiquetado de atún.
Con información de Alejandro Juárez.