La nueva planta de Ifineon, inaugurada tres meses antes de lo previsto, es la apuesta europea para ayudar a resolver la crisis mundial de escasez de semiconductores, informó el diario británico Financial Times.
Instalada en Alemania con una inversión de 1,600 millones de euros, la empresa busca ser partícipe en la recuperación del sector automotriz, gravemente dañado por las caídas de su producción.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció planes para una nueva “Ley de chips”, para “crear conjuntamente un ecosistema europeo de chips de última generación, incluida la producción”.
A su vez Infineon dijo que su nuevo sitio en Villach ayudaría a aliviar los cuellos de botella para sus principales clientes.
“Nuestro mensaje a los clientes es que podemos suministrar”, dijo el presidente ejecutivo Reinhard Ploss en una conferencia de prensa.
“Pero no serán gratis”, agregó, ya que el costo de los suministros ha aumentado durante la crisis. “Creemos que los precios aumentarán mucho en los próximos meses”, añadió.
Choque de oferta y demanda
Por otro lado, los clientes más grandes de chips en general, fabricantes de teléfonos inteligentes y computadoras, no tienen sus sedes en Europa, le dijo un especialista del tema al Financial Times.
De igual forma, para este año continuarán al frente de la cola para el suministro global, independientemente de dónde estuvieran ubicadas las fábricas.
Sin embargo, la demanda es tan grande que la fábrica podría no satisfacerla completamente.
Los ingenieros de Villach agregaron que aún tomaría al menos tres años construir una nueva planta. “Las fábricas de semiconductores son más o menos la Liga de Campeones de la construcción industrial”, dijo una fuente al Financial Times.
Del mismo modo, el resto de la industria está “atrasada, al menos, 18 meses a un año de inversión regular”, dijo Jalal Bagherli, director ejecutivo de Dialog Semiconductor, una empresa europea rival de chips que acaba de ser comprada por el grupo japonés Renesas, que también suministra a los fabricantes de automóviles.
Dialog depende de contratistas externos para fabricar sus chips, pero Bagherli dijo que algunos de los terceros no estaban interesados en aumentar la capacidad cuando la demanda de productos electrónicos de consumo provocó mayores pedidos de chips durante la pandemia.
“Cuando les preguntamos: ‘¿Están invirtiendo?’, Dijeron: ‘Bueno, todo esto es temporal. Solo va a durar tres meses, no voy a invertir otros 10,000 millones de euros y construir una [fábrica de semiconductores] solo porque alguien está trabajando desde casa'”.
También queda por ver si se mantendrán los niveles actuales de demanda. “Debido a que requiere mucho capital, solo gasta dinero cuando está seguro de que tiene demanda”, dijo Thomas Reisinger, miembro de la junta de Infineon en Austria.
Aunado a esto, el proceso de “back-end”, que requiere mucha mano de obra para los semiconductores construidos en Villach, representa altos costos salariales, por lo que dicho proceso seguirá teniendo lugar en Malasia.