El Huracán Otis tocó tierra en las costas de Acapulco, Guerrero, el pasado 25 de octubre y aunque hasta ahora no hay cifras oficiales sobre los daños que ha dejado, las estimaciones apuntan que será uno de los desastres naturales más costosos en el mundo. 

De acuerdo con proyecciones, Otis se ubica como el décimo tercer desastre más costoso a nivel mundial, con un promedio de 35 dólares por habitante, según el estudio “Counting the Cost 2023: A year of climate breakdown”.

Las pérdidas aseguradas en el mercado privado a causa del fenómeno natural podrían situarse entre los 2,500 y 4,500 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones de Moody’s RMS.  

El análisis realizado por la organización benéfica de Reino Unido, Christian Aid, detalló que si la cifra es dividida únicamente entre los damnificados, alrededor del 1% de la población, el costo por habitante se dispara hasta los 300 dólares

Aunque eso significa alrededor de 5,000 pesos mexicanos, toma más relevancia si se considera que, durante este año, el salario promedio mensual de los trabajadores rondaba los 7,000 pesos, según cifras de la Secretaría de Economía (SE).

Devastación en Acapulco pudo ser mayor

Pese a todo, los especialistas sugieren que las afectaciones económicas pudieron ser mayores, pero algunos edificios lograron evitar daños significativos, por lo que la inversión en ellos será menor. 

Algunas edificaciones contaban con infraestructura que les permitía evitar daños provocados por terremotos; sin embargo, no estaban prevenidos contra huracanes pese a ubicarse en una costa. 

Hasta el momento sólo unos cuantos establecimientos han logrado reabrir sus puertas, situación que golpea duramente a una economía que depende del turismo y no está operando al 100% en temporada vacacional. 

La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reportó que ya habían sido abiertos 127 hoteles tras el paso del huracán Otis. 

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