Armados con boyas, trinches y barcos sargaceros, los hoteleros de Cancún y Puerto Morelos han librado una lucha constante contra el sargazo desde hace cuatro años para mantenerse como un destino atractivo para el turismo.

Ahora, en medio de una nueva crisis por el arribo de sargazo, los grandes jugadores del sector turismo se preparan con una barrera de 4.5 kilómetros en Puerto Morelos y la promesa de trabajo conjunto con las autoridades de los tres órganos de gobierno para solucionar un problema que se detectó en 2011 y se ha vuelto prioritario desde hace cuatro años.

“Es un tema integral, nos hemos puesto de acuerdo el gobierno del estado, los presidentes municipales y los empresarios” para hacerle frente, dice Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, en entrevista con EL CEO.

Entre las medidas que se han tomado en conjunto se cuentan la creación de una barrera de 4.5 kilómetros en el municipio de Puerto Morelos – donde se asientan los grandes desarrollos de la Riviera Maya –, la instalación de boyas y los convenios que han firmado al menos 10 hoteleros con la firma de construcción marítima y terrestre Grupo Dakatso para la recolección de la macroalga, proveniente de  aguas internacionales entre Brasil y África.

“Los hoteleros grandes se están organizando y están invirtiendo mucho dinero en maquinaria y mano de obra porque viven de la playa”, dijo en entrevista Rafael García, presidente de Club Skal, una agrupación internacional que engloba a todas las áreas del turismo.

Grupo Dakatso tiene un contrato con el municipio de Puerto Morelos, vigente entre mayo y diciembre, para hacer una barrera de casi dos kilómetros en la costa y dar servicio de recolección, dijo Dagoberto Ruiz, director de la firma, al diario Reforma.

Cada hotel tiene una forma distinta de acercarse al problema, dependiendo de la longitud de su playa, de la ubicación del hotel y de la capacidad económica del mismo. Por ejemplo, para los hoteles donde hay aguas muy tranquilas, la recolección de sargazo se puede hacer con boyas de contención y sargaceras; mientras que en otros casos se usa mano de obra, trinches o maquinaria especial para la criba.

“Si tienes 50 metros, quizás la inversión no sea tan alta” como para las empresas que tienen mayores instalaciones, pero depende de dónde se localice el hotel, dice Cintrón.

El líder hotelero Morelos asegura que para el caso de Cancún, donde no es posible poner boyas, varios integrantes del sector “hicieron coperacha” para adquirir una máquina que limpie las playas.

Sin embargo, las instalaciones más grandes incurren en costos muy elevados.

“Tan solo un hotel de 2.8 kilómetros de playa, al mes invierte 8 millones de pesos en limpiar el sargazo. En 10 meses, va a invertir 30 millones más de lo que destinará el gobierno federal para (quitar el sargazo de las playas de) todo el estado”.

Semar, el ‘recolector’ del gobierno federal

El gobierno federal anunció que la Secretaría de Marina (Semar) tendrá  un presupuesto de 52 millones de pesos para atender el problema del sargazo. De estos, 7 millones provienen de la Secretaría de Turismo y 45 millones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Con este dinero se construirá un barco especializado en barrer sargazo, señaló el lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta nave se sumará a otra, que se recuperará de Ensenada, Baja California, y pasará seis meses en reparaciones.

La medida ha sido recibida por recelo por algunos miembros del gremio, que consideran que pasará demasiado tiempo antes de que las naves actúen y que no se sabe qué resultados tendrán.

“La Marina apenas va a hacer el barco y eso no se tarda ocho días. Luego, a ver si da resultado porque como minimizan el problema, no saben el volumen (de sargazo) que nos llega”, consideró García.

A esto se suma el rechazo del gobierno federal por incluir a empresas privadas, que tienen experiencia en la cosecha de sargazo.

Andrés Manuel López Obrador dijo este jueves en su conferencia matutina que empresas del sector privado se han acercado con él para proponerle alternativas contra el sargazo. Sin embargo, aseguró que ninguno de los planes le gustaron puesto que considera que el tema debe ser controlado por el gobierno.

“Yo recuerdo que me presentan un programa por lo del sargazo y era para contratar una empresa, me lo presentaron un día el programa. Me fui a la casa de ustedes leyendo el programa y era la contratación de una empresa para atender el problema del sargazo. Leo el programa y no me gustó porque era lo mismo, o sea, ¿por qué contratar una empresa?, ¿qué no tenemos nosotros una institución tan profesional como la Marina, que tienen embarcaciones, que tienen aviones para tomar fotografía para saber que está ocurriendo en el mar, para hacer estudios?”, comentó a pregunta expresa.

La Semar ha estado presente en las labores de recolección de sargazo desde el comienzo de la nueva administración federal, a pesar de que no tienen los insumos necesarios.

“Los barcos que tienen no son especiales, están aprendiendo. Es un tema nuevo para muchos”, comentó Cintrón en entrevista con EL CEO.

Caída en la demanda

Los hoteles en la Riviera Maya han tenido una caída de 10% en la demanda, lo que representa al menos 10,000 cuartos de hotel desocupados y una pérdida “bajita la mano” de alrededor de 20 millones de pesos diarios para el sector turístico de Quintana Roo, estima García.

Pero el impacto no ha sido igual en todas partes. El presidente municipal de Tulum, Víctor Mas, dijo esta semana que la presencia del alga ha ocasionado afectaciones de hasta 25% en la ocupación hotelera de la zona.

La franja territorial entre Tulum y Xcalak es una de las más afectadas actualmente por el arribo de esta planta.

El sargazo es uno de los cuatro factores que han ocasionado una baja en las tarifas en Quintana Roo, pero no el principal. En primer lugar se encuentra la inseguridad, que ha dañado la imagen de la región como destino turístico; en segundo, el crecimiento de plataformas de renta vacacional, que suman actualmente 40,000 habitaciones en el estado, y finalmente la falta de promoción turística.

Esto ha tenido “un impacto lamentablemente negativo” para el turismo durante los primeros cinco meses del año, dijo Conrad Bergwerf, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM) a la agencia EFE este mes.

Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), que controla los aeropuertos de Cancún, Cozumel y Mérida, reportó durante el primer trimestre de este año el menor crecimiento de flujo de pasajeros en el aeropuerto de Cancún desde 2012.

El sector turístico representa 8.7% del Producto Interno Bruto de México y de él dependen cuatro millones de mexicanos directamente, mientras que cerca de 25 millones tienen una dependencia indirecta.

La estrategia para combatir el sargazo: en construcción

A pesar de que el volumen de esta alga ha sido un problema creciente desde 2011 en la Península de Yucatán, se desconocen muchos aspectos sobre su reproducción y la dinámica de sus poblaciones, el uso que se le puede dar y el motivo de su incremento.

Esto impide generar una estrategia para reducir su impacto, consideró el jueves Alfredo Arellano Guillermo durante el Encuentro de Alto Nivel para la Atención de Sargazo en el Gran Caribe.

El funcionario urgió a los otros 18 países afectados por el fenómeno a generar y compartir sus experiencias, así como a innovar en los usos que se le pueden dar.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabaja actualmente en establecer bases de datos sobre el volumen de sargazo que llega a las costas de Quintana Roo, pues hasta hace pocos años no se llevaba un registro sobre el arribo de esta alga, dijo en conferencia el lunes Rosa Elisa Rodríguez, especialista en ecología de arrecifes coralinos de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la casa de estudios.

En 2015, durante el primer periodo crítico de arribo de sargazo a las costas de la entidad, se contalibilizaron 2,500 metros cúbicos de alga por kilómetro de playa, mientras que en 2018 se contaron alrededor de 47,000 metros cúbicos por kilómetro de playa en el municipio de Puerto Morelos, dijo la especialista.

Pero, mientras la comunidad científica se esfuerza por entender el problema y dimensionar su magnitud, los empresarios y el gobierno local siguen trabajando solo con la promesa de un trabajo conjunto para solucionar un problema que los aqueja constantemente.

“Ir a Cancún es ir a la playa; si la playa está sucia, a los turistas no les dan ganas de ir”, considera García, que aplaude los esfuerzos del sector por solucionar un problema que era, hasta hace menos de una década, desconocido.

Con información de Ángel Alcántara.