A través de un decreto, el gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que Petróleos Mexicanos (Pemex) ocupará temporal e inmediatamente la planta de hidrógeno ubicada en la refinería de Tula, Hidalgo, la cual era operada por la empresa Air Liquide.
El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) señala que se declara de utilidad pública el suministro de hidrógeno de la Planta Productora de Hidrógeno denominado U-3400, ubicada en las instalaciones de la empresa del estado. La propiedad expropiada por la administración lopezobradorista cuenta con una extensión de 6,451.78 metros cuadrados.
El gobierno federal argumentó que la expropiación de las instalaciones operadas por la compañía francesa tiene como objetivo mejorar los márgenes de refinación de Pemex para que el país alcance la soberanía energética, ya que se necesita contar con autonomía sin depender de agentes externos.
El gobierno federal señaló que con base en el artículo 11 de la Ley de Expropiación, la empresa afectada cuenta con un periodo de 10 días para realizar un procedimiento judicial, pero únicamente para controvertir el monto de indemnización.
(Fotoarte: Andrea Velázquez)
Crece la demanda de hidrógeno
En las últimas décadas, la demanda de hidrógeno ha incrementado a nivel mundial debido a la creciente actividad de refinación y de los requisitos de hidrotratamiento e hidrocraqueo. Se prevé que la tendencia continúe a medida que las especificaciones de combustibles reduzcan los niveles aceptables de contenido de azufre.
Asimismo, 33% de la demanda mundial de hidrógeno en su forma pura o mixta es consumida por las refinerías como materia prima, reactivo y fuente de energía. Alrededor de dos tercios de hidrógeno se produce en plantas especializadas o se adquiere de proveedores comerciales.
La demanda de hidrógeno a gran escala en las refinerías incrementará a medida que se endurezcan las regulaciones sobre el contenido de azufre en los productos petrolíferos.
Por su parte, la Organización Marítima Internacional ha implementado nuevas regulaciones sobre combustibles búnker que limita el contenido de azufre de los combustibles marinos a no más de 0.5%, lo que puede contribuir a que se establezca un aumento en los requisitos de hidrógenos para la producción de combustible marino.
De acuerdo con las tendencias actuales, se espera que la demanda mundial de hidrógeno en las refinerías incremente cerca de 7% para el año 2030.
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