El mercado de los autos eléctricos está cada vez más competido y con una demanda que parece ir en descenso, situación que ha llevado a diversas compañías del sector a corregir sus planes e incluso entrar en una guerra de precios de la que no se sabe quién saldrá ganador.
La firma alemana Volkswagen ha retrasado el lanzamiento de su sedán eléctrico ID.7 tanto en Estados Unidos como en Canadá, bajo el argumento de una dinámica cambiante entre los consumidores.
El arribo al mercado de la nueva unidad estaba proyectado para finales de este año; sin embargo, ahora se desconoce cuándo podrán los usuarios adquirir el modelo con el cual Volkswagen busca participar en una industria en la que las automotrices tradicionales aún no han demostrado ser jugadores importantes.
La dificultad del mercado y la poca demanda de los autos eléctricos ha llevado a otras compañías como Ford y General Motors (GM) a apostar por autos híbridos y algunos modelos de gasolina.
A principios de este año, Volkswagen había reafirmado sus planes para lanzar 25 vehículos eléctricos en América del Norte para 2030, pero no descartó la opción de adaptar ese listado conforme se mueva el mercado.
Stellantis se prepara para pelear con autos eléctricos chinos
Además de la menor demanda por autos eléctricos, las empresas han tenido que batallar con las marcas chinas, las cuales están dominando el mercado a través de precios más accesibles.
De acuerdo con Carlos Tavares, CEO de Stellantis, esta competencia traería consecuencias para el empleo y la producción dentro de la industria.
En busca de equilibrar esta desigualdad y ante los problemas políticos entre Washington, Bruselas y Beijing, las autoridades en Norteamérica y Europa buscan implementar una serie de aranceles para los autos chinos.
Sin embargo, Tavares considera que eso sería una trampa porque alimentaría la inflación en las regiones en donde se implementen y ello podría afectar las ventas y la producción.
Con información de Reuters
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