La compañía Ford Motor anunció una inversión en curso por más de 1,000 millones de dólares en sus operaciones en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, además indicó que esta acción generará 500 empleos que cubran su apuesta por la fabricación de modelos SUV.
“Estamos fomentando nuestro compromiso con los Estados Unidos con esta inversión de fabricación de mil millones de dólares en Chicago y 500 empleos más, muy bien remunerados”, señaló Joe Hinrichs, presidente de operaciones globales.
Esta inversión se produce en un momento en que el mercado estadounidense continúa alejándose de los automóviles compactos y sedán a favor del segmento de los vehículos deportivos utilitarios (SUV por sus siglas en inglés).
En 2018, las ventas de automóviles sedán cayeron 13% en toda la industria, mientras que los camiones ligeros aumentaron 8%, con ganancias cercanas a los 10,900 millones de dólares, equivalente a 63% del mercado de vehículos.
El año pasado Ford se vio obligado a anunciar que comenzaría a abandonar gran parte de su producción de autos sedanes en Estados Unidos, con excepción de Mustang, pues esta división comercial registró una caída de 18%, en tanto que su segmento SUV avanzó 0.5%.
En noviembre pasado, la compañía indicó que movería a 500 trabajadores de una planta en Kentucky, en la que se fabricaban vehículos crossover a otra instalación en donde se producen modelos pickup F-Series, Ford SUV Expedition y Lincoln Navigator.
Adiós a una tradición
Como parte de este cambio en su modelo de negocio, Ford dejará de construir su modelo Taurus a finales de este mes en su planta de ensamblaje en Chicago, auto al que se suman modelos que se descontinuarán pronto como el Focus, Fusion, Fiesta y C-Max.
Las ventas de los Taurus, que en 1992 alcanzaron las 409,000 unidades vendidas, cayeron en 2018 hasta los 28,706 vehículos.
Ford dijo el mes pasado que reducirá “miles” de empleos en Europa como parte de una revisión que podría resultar en el cierre de plantas y la interrupción de algunos modelos.
Con información de Reuters.