Panamá y la constructora española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), propiedad de Carlos Slim, libran una batalla por la construcción de un megahospital, cuyas obras llevan detenidas cinco años, en medio de graves acusaciones de corrupción y la pandemia que azota al país centroamericano.

La disputa se produce debido a los intentos de FCC de concluir la construcción de un moderno complejo hospitalario en Ciudad de Panamá, pese a que falta más de 30% de ejecución de la obra.

La compañía de Slim, según las autoridades panameñas, exige la resolución unilateral del contrato y reclama a Panamá 60 millones de dólares por la paralización del proyecto desde hace cinco años.

Además, la constructora habría solicitado el arbitraje ante la Cámara de Comercio Internacional de París para evitar el pago de los 55 millones de dólares establecidos en la fianza de cumplimiento.

Panamá también ha pasado al ataque y ya ha iniciado el proceso legal para liquidar el contrato y recuperar las instalaciones, en las que pretende habilitar 300 camas para pacientes con COVID-19.

“Hablar de que Panamá le debe a FCC es una burla y a los panameños hay que respetarlos”, dijo el jueves el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo.

La compañía española ganó en 2011 una licitación de la Caja del Seguro Social por 554 millones de dólares para construir la Ciudad de la Salud, uno de los principales proyectos del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014).

El plan incluía 17 edificios, más de 1,700 camas, medio centenar de quirófanos y 300 consultorios en unos 220,000 metros cuadrados a las afueras de la capital.

Sin embargo, las obras fueron paralizadas en 2015, durante la administración del exmandatario Juan Carlos Varela (2014-2019), por presuntas irregularidades en la edificación y los materiales empleados.

AFP contactó con FCC para obtener su versión, pero no obtuvo respuesta.

Con información de AFP