Una de las principales problemáticas para la subsistencia de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es la falta de acceso a financiamiento, en este sentido, el factoraje se ha presentado como una alternativa en aumento entre este tipo de negocios.
De acuerdo con la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom), el 46.6% de las Pymes han recurrido al factoraje debido a la falta de acceso a financiamiento bancario. El 43.2% lo ha hecho con Asofom.
La fortaleza de las Pymes para aprovechar de buena manera el factoraje radica en sus clientes, debido a que hace que la estructura del análisis de crédito sea más conservador.
Asimismo, la reciente tendencia de nearshoring se presenta como una buena oportunidad para que las Pymes logren aprovechar al máximo al factoraje.
Hasta el segundo trimestre del año pasado el volumen de factoraje financiero alcanzaba los 263,000 millones de pesos.
Mientras que la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin) 2021 reveló que sólo el 3% de las empresas han recurrido al factoraje.
Pese a la falta de acceso a financiamiento, las Pymes son un bastión de la economía mexicana, con un total de 4.2 millones de negocios del sector que representan el 99.8% de las unidades económicas y aportan aproximadamente el 42% del Producto Interno Bruto (PIB).
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Más detalles del factoraje
El factoraje sin recurso es el más utilizado en México, debido al área de oportunidad que existe en la parte de recuperación legal, hay todavía una opción más de ejercer el pago con el cliente.
La principal forma de fondeo de las empresas de factoraje en el país es de lo más tradicional, con familiares y amigos, fondos, bancos y bursatilización.
Dentro de los principales retos del sector destaca el de la regulación, ya que en el país aún no existe un registro de facturas que ayude a ver la trazabilidad de una factura hasta la fecha de pago, y eso toma mucha relevancia en el factoraje.
La facturación electrónica ha facilitado el acceso a la información y mejorado la calidad de los datos de facturación, lo que ha permitido a las empresas de factoraje procesar las facturas de manera más rápida y efectiva, y mejorar el servicio a los clientes.