Exxon Mobil está preparando profundos recortes a sus gastos, así como despidos, de acuerdo con personas familiares con el tema, mientras lucha por preservar su 8% de dividendo a accionistas, con una pérdida trimestral de miles de millones de dólares a punto de ser reportada.

No está claro cuán profundos serán los recortes. La compañía petrolera más grande de Estados Unidos recortó su presupuesto anual un 30% el pasado abril, pero la recuperación asistida por el rebote en la demanda y la venta de activos pronosticada por Darren Woods, director de la empresa, no se ha concretado y las pérdidas siguen aumentando.

Se espera que el viernes Exxon reporte una pérdida trimestral de 2,630 millones de dólares, de acuerdo con datos de Refinitiv Eikon, debido a precios marcadamente más bajos y una producción débil. Se trata de la primer pérdida en dos trimestres consecutivos en al menos 36 años.

Las acciones de la compañía han bajado un 35% en lo que va del año y cotizar en 42 dólares actualmente, mientras la pandemia ha colapsado la demanda de combustible.

Los recortes de costos más recientes son necesarios para preservar los casi 15,000 millones de dólares de pago anual a accionistas, dijeron las fuentes. Exxon no generará suficiente efectivo de sus operaciones de producción para cubrir los dividendos de este año, según analistas. Durante este año ya ha pedido 18,000 millones de dólares de créditos para mejorar su flujo.

Woods ha mantenido la visión de que la demanda de petróleo, gas natural y petroquímicos rebotará después del colapso histórico que vio la demanda caer en alrededor de 33%, y los precios en Estados Unidos caer a terrenos negativos el pasado abril.

BP, Royal Dutch Shell, y Total, rivales de Exxon, han recortado un valor combinado de 45,000 millones de dólares de sus activos de petróleo y gas. Mientras tanto, el plan de Exxon de conseguir 15,000 millones a través de la venta de activos entre 2019 y 2021 no ha tenido el éxito esperado, y ha sufrido este año por la escasa demanda de compradores potenciales.

El año pasado la empresa vendió sólo 3,700 millones, y este año las ventas son de apenas 86 millones.

Se espera que los precios del sector energético se mantengan flojos por años, por lo que Woods ha volteado a ver los recortes de gastos y los despidos como la reestructura necesaria para salvar los dividendos. Su rival Chevron ha destacado como la única empresa del sector en producir suficiente efectivo en sus operaciones para cubrir sus dividendos.

Incluso si consigue pagar sus dividendos completos este año, un recorte es “una posibilidad real para 2021”, dado el panorama del petróleo, dijo Jennifer Rowland, una analista de Edward Jones.

“Hay un límite en lo que Exxon puede hacer en sus balances antes de que ponga en riesgo el pago”, dijo Rowland.

El dividendo, que representa alrededor del 8% del precio de 44.03 dólares por acción reportado este miércoles, es intocable para Exxon, que hasta este año ha aumentado su dividendo anual durante 37 años consecutivos. Su valor de mercado, sin embargo, se ha reducido en un 50% desde que Woods tomó el mando en enero de 2017.

Exxon no tiene planes para recortes debido a la pandemia y no tiene un porcentaje meta de reducción de nómina de cara a las evaluaciones anuales a empleados, dijo el vocero Casey Norton.

Estamos monitoreando las condiciones del mercado de forma continua, y nuestro profundo portafolio tiene flexibilidad para ajustarse a nuestros planes,

dijo Norton.

Exxon cambió el sistema de evaluación de sus empleados el año pasado. La revisión podría incrementar el número de trabajadores que se ubican en la categoría más baja, de 3% el año pasado hasta 10% este año. Aquellos en la categoría más baja pueden continuar e intentar alcanzar las metas impuestas por sus supervisores o dejar la empresa con 90 días de paga, dijo una persona familiar con el tema.

El ranking aplica sólo a su staff ubicado en Estados Unidos. La empresa tiene 74,900 empleados a nivel mundial, y alrededor de 40% de ellos están en Estados Unidos.

En abril, Exxon recortó el presupuesto de gastos de este año a 23,000 millones de dólares, una reducción de 10,000 millones que lo colocó como el más bajo en cuatro años. En su momento, Woods dijo que podría haber nuevas revisiones este año o el siguiente.

Antes de la pandemia, Woods había prometido invertir en nuevos campos, nuevas operaciones y expansiones a refinerías y operaciones químicas que podrían revivir la ganancia y producción de la compañía.

A principios de 2019, el directivo predijo que las inversiones en producción y refinación podrían producir un aumento de 4,000 millones de dólares en las ganancias de 2020 comparadas con las del año anterior, y podrían alcanzar 21,500 millones para 2021 con un precio de 40 dólares por barril.