El gobierno federal alista la entrega de los recursos para dos de sus principales programas sociales: pensión universal para adultos mayores, becas para estudiantes y becas a personas con discapacidad.

Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador argumentó que la banca del gobierno cuenta con una mínima infraestructura para hacer llegar los apoyos, por lo que deberá apoyarse de la banca comercial.

Según declaraciones del mismo presidente de México, Banorte y Banco Azteca fueron las empresas elegidas por el gobierno para ayudarle en esta tarea.

El Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros, Sociedad Nacional de Crédito (Bansefi), que cambiará su nombre al Banco del Bienestar, cuenta con apenas 538 sucursales y 153 cajeros automáticos a nivel nacional, mientras que, Banorte y Banco Azteca suman 2,974 unidades y 9,140 cajeros, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

La asignación directa fue un hecho que hizo levantar la ceja a algunos analistas y académicos debido a la falta de un proceso de competencia para asignar los contratos debido a que ambas empresas pertenecen a Carlos Hank y Ricardo Salinas Pliego, respectivamente. Ambos empresarios son cercanos al presidente.

Otros creen que el gobierno tiene vía libre para hacerlo. “En la Ley de Adquisiciones y Servicios de la Federación, en su artículo tercero, fracción novena, establece que la contratación de algunos bienes queda establecida en otras leyes. Así, los servicios financieros quedan fuera de la Ley de Adquisiciones”, dijo Mariana Campos, coordinadora del gasto público y rendición de cuentas en México Evalúa.