La adopción mundial de tecnologías limpias de generación ha superado las expectativas de analistas, pero incluso esta inercia, aunada a las promesas de los gobierno mundiales, es insuficiente para alcanzar las metas establecidas en el acuerdo de París, por lo que hacen falta cambios importantes, reveló la Agencia Internacional de Energía (IEA) en su reporte de Perspectivas Energéticas Mundiales 2019.

“Cada vez existe un consenso más claro en torno a que el ritmo del calentamiento global en los niveles actuales representa un peligro muy importante. Hay que tomar en cuenta que el sector energético es el principal emisor de contaminantes”, dice Arturo Carranza, analista del sector energético.

Agrega que es un esfuerzo compartido en el que un conductor principal tiene que ser la visión y el compromiso gubernamental para impulsar políticas que consigan resultados. “El esfuerzo no viene sólo del mercado”.

El documento de la IEA explica que las políticas públicas que existen en la actualidad llevarían las emisiones mundiales de CO2 a alrededor de 42.5 gigatoneladas para 2040, impulsadas principalmente por el creciente apetito energético del planeta. Incluso la implementación de las políticas a las que los gobiernos se ha comprometido hasta ahora sólo reduciría las emisiones a alrededor de 35 gigatoneladas para el mismo año.

Las emisiones actuales son de alrededor de 33 gigatoneladas.

La IEA plantea un Escenario de Desarrollo Sustentable que calcula podría mantener el calentamiento global por debajo de los 1.5 grados centígrados.

Este representa el recorte de emisiones en todos los niveles del sistema eléctrico, mediante la adopción acelerada de todas las tecnologías y combustibles disponibles. En este escenario, las emisiones mundiales deberían rondar las 16 megatoneladas para 2040, una reducción del 50%.

Uno de los principales obstáculos para reducir emisiones es el continuo uso de carbón como fuente de energía. Alrededor de 60% de las plantas carboneras a nivel mundial tienen menos de 20 años de edad, dado que su vida útil es de alrededor de 50 años, esta fuente seguirá representando un porcentaje importante de emisiones en años próximos.

La solución podría recaer en un retiro anticipado de las instalaciones o en la adecuación de sistemas de captura de dióxido de carbono, aunque esta tecnología ha sido poco popular en el sector energético.

Para generación de electricidad es muy importante adoptar energías limpias, no sólo las renovables. Todo lo que no deje una huella de carbón es preferible al gas natural, pero este va a seguir siendo un insumo sumamente importante para generación eléctrica por los retos que tienen las renovables, como distancias a centros de consumo, intermitencia, etc. La transición energética definitivamente va por la vía de un mayor consumo de gas natural

Miriam Grunstein, Investigadora asociada al Centro México de Rice University

La IEA predice que para 2030, las fuentes renovables de energía representen el 42% de la generación mundial, con el carbón cayendo al 34%. El gas natural sería otra tecnología que ganaría mercado a costa del carbón y, aunque sí emite gases de efecto invernadero, es más limpio que otras alternativas.

La agencia internacional también lamentó la reciente popularización de camionetas SUV a nivel mundial, y advirtió que esta tendencia está eliminando los avances conseguidos con las ventas de autos eléctricos, debido al alto consumo de combustible de este tipo de vehículos.