Los representantes de las cámaras empresariales enfurecieron ante el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador la tarde del domingo.

El informe, con motivo de los 100 días de su segundo año de gobierno, causó expectativa ante el contexto del avance de la epidemia del COVID-19 en México y el impacto económico que ya comienza a generar en los sectores productivos, por lo que la esperanza de los empresarios se centraba en la presentación de un plan de medidas que finalmente contribuyeran a amortiguar la inminente recesión.

Algunos analistas y expertos lo catalogaron como la última oportunidad del mandatario para rescatar un sexenio marcado por un estancamiento en el crecimiento, cancelación de proyectos de infraestructura, cerrazón a inversiones, además del revés al sector privado en los proyectos energéticos.

Pese a los diálogos que sostuvieron el jueves 2 de abril por la tarde, por más de cinco horas, el presidente omitió las propuestas que le fueron elaboradas y se limitó a mencionar apoyos únicamente a pequeños negocios familiares mediante el programa de Tandas del Bienestar, con una inversión de  3,400 millones de pesos.

El primero en reaccionar fue Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), a través de su cuenta de Twitter.

Enoch Castellanos, titular de Canacintra, afirmó que al negar estímulos fiscales a pymes pone en riesgo a miles de empleos en el país.

Antonio del Valle, quien representa al Consejo Mexicano de Negocios desde 2018, año en que López Obrador fue electo presidente, exhortó al Gobierno federal a hacer caso a las recomendaciones hechas por el Consejo Coordinador Empresarial, que dirige Carlos Salazar Lomelín.

Hasta la publicación de este texto, el organismo de organismos no había hecho ninguna postura al respecto y solo convocó a una conferencia de prensa virtual, el lunes por la mañana.

Medidas, nada nuevo

El presidente López Obrador reiteró la serie de medidas para mitigar las consecuencias económicas que ha dicho en anuncios especiales o conferencias matutinas, sin aumentar impuestos ni decretar ‘gasolinazos’.

Destacan la disposición de los ahorros del FEIP y la utilización de 250,000 millones de pesos en recursos que se mantenían guardados en fideicomisos, los cuales extinguió por decreto el jueves por la noche.

Sin dar más detalle, recordó que el gobierno se apoyaría de la banca de desarrollo “pero, sobre todo, se seguirá con la misma política de liberar recursos porque continuará incluso con mayor rigor el plan de austeridad republicana”.

El mandatario dejó claro a los empresarios en la reunión del jueves, según comentaron a la prensa a su salida, que no habría rescates a las grandes corporaciones, así como exenciones fiscales.