Emirates Airlines lleva comercializados, en promedio, el 1.1% del total de asientos disponibles en clase turista para su primera semana (del 9 al 15 de diciembre) de operación en la ruta Ciudad de México-Dubái y Ciudad de México-Dubái, ambas con escala en Barcelona, aunque aún no cuenta con los permisos correspondientes por parte de las autoridades mexicanas.

En un ejercicio realizado por EL CEO con información disponible en su página de internet al 14 de agosto de este año, el monto de los 42 asientos ya comprometidos representa cerca de 1.25 millones de pesos (mdp).

Los Boeing 777-200LR tienen una capacidad de 302 pasajeros, de los cuales 264 asientos están designados para la clase turista cuyo precio parte de 21,066 a los 43,568 pesos en el caso del vuelo de México-Dubái y de 22,626 a 30,401 para Dubái-México.

El resto de los asientos corresponden a la clase “Business”, pero el portal no permite la selección de lugares. El costo para estos boletos va de los 116,787 pesos a los 171,667 pesos para el vuelo de México a Dubái. En cambio, el precio de la ruta de Dubái a México oscila entre los 89,931 a los 103,833 pesos.

En caso en que se dé una resolución favorable para Aeroméxico, Emirates tendría que reembolsar el dinero a aquellos usuarios que ya adquirieron el boleto. Una empresa no puede ser sancionada por vender un ticket aun cuando no tenga confirmado los permisos gubernamentales

dijo César Oznaya, director editorial del portal especializado EnElAire.

Al momento de realizar la compra de los boletos en su página web, Emirates informa que dicha ruta está en espera del permiso gubernamental para operar.

Hasta el momento, no existen tarifas, horarios de despegue, aterrizaje, slots (espacios) ni permiso para que Emirates opere el tramo de la ruta que conecta a la Ciudad de México con Barcelona y Dubái con la ciudad de España, de acuerdo con información de representantes legales de la aerolínea de Medio Oriente.

Para Brian Rodríguez, analista bursátil de Grupo Financiero Monex, el reembolso de dichos boletos causaría una afectación económica mínima para Emirates, por el tamaño y el volumen de operación que tiene en todos sus mercados.

“Hay un costo para la empresa por el hecho de cancelar y reembolsar los boletos. Las políticas de compensación de las aerolíneas incluyen, en algunos casos, hacer descuentos futuros y ofertas”, comentó Rodríguez.

Aeroméxico, comandada por Andrés Conesa, interpuso un juicio de amparo para frenar a la línea aérea extranjera hasta que se decida si procede o no los permisos correspondientes, que de otra forma provocaría una competencia desleal para su ruta entre Barcelona y Ciudad de México.

Barcelona, pieza clave para la ruta Ciudad de México – Dubái

Hacer escala en Barcelona es crucial para completar el vuelo entre Ciudad de México y Dubái, ya que las condiciones de altitud de la capital mexicana harían imposible que el combustible alcanzara para llegar a Medio Oriente.

“Debido a la altitud de la Ciudad de México, los Boeing 777 no estarían a su capacidad máxima de combustible que le impediría llegar a su destino. De la ruta de Dubái a la capital de México no habría problema”, dijo Oznaya.

El pasado 15 de junio, Aeroméxico inauguró la ruta Ciudad de México-Barcelona con tres vuelos a la semana. Un mes después Emirates dio a conocer su plan de operar un vuelo diario entre Dubái y la capital de México, con escala en Barcelona, al aplicar la Quinta Libertad del Aire.

Ésta le permite a Emirates el derecho de tomar y desembarcar pasajero, correo y carga con destino o precedentes de terceros Estados (España).

La decisión se debe a que hemos visto una fuerte demanda en la ruta y también como respuesta a la decepcionante decisión del gobierno mexicano de otorgar derechos de vuelo de Quinta Libertad a Emirates para volar desde Dubái a Barcelona y a la Ciudad de México, pese a los subsidios que recibe Emirates

comentó Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico en conferencia con analistas.

Para José Suárez, secretario de prensa electo de Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (Aspa), la decisión representa una competencia desleal porque los precios de la aerolínea de Medio Oriente son más económicos que los que maneja Aeroméxico, porque el gobierno subsidia parte de la turbosina que ocupan.

Para la línea aérea mexicana tiene mayor peso dentro de sus ingresos por pasaje los vuelos internacionales que los domésticos, al representar 60.2% y 39.8%, respectivamente, al cierre del segundo trimestre del año.