El plan del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) de llevar a cabo siete acciones para atender la demanda de gas natural en el sur-sureste del país busca crear ‘ductos virtuales’, es decir, un sistema de distribución de gas a comunidades en las que no existen ductos.

Es un proyecto que traía la gente de Pemex desde hace más de 10 años. Su idea loca es utilizar el gas natural licuado que llegue a la Península y con pequeños camiones llevar el gas a ciertas zonas. Por las distancias que hay en la Península, cualquier beneficio que podrías llegar a tener se mata; destruyes el valor económico por más barato que sea el combustible

Gonzalo Monroy, director, GMEC

Monroy dijo que este tipo de planes funcionan en otras condiciones, como las presentes en Baja California, ya que no hay mucha infraestructura en el trayecto entre Tijuana y Los Cabos, por lo que la construcción de un ducto no hace mucho sentido. Sin embargo, en Yucatán ya existe el Mayakán, del que puede surgir un ramal que conecte a Valladolid y Cancún, cuya inversión se puede amortizar a lo largo del tiempo.

En el sector energético, los ductos virtuales se manejan como una alternativa de distribución para consumos muy pequeños, que resultan una buena solución cuando las condiciones orográficas previenen otras soluciones, pero este no es el caso de la Península.

La correcta operación requiere de plantas de licuefacción en el punto de carga, infraestructura carretera o ferroviaria para facilitar la repartición y plantas de regasificación en los puntos de entrega.

La experiencia del sector dicta que este tipo de entregas no deben cubrir más de 70 km, pues rebasada esta distancia el costo del transporte más el costo del hidrocarburo se vuelve mayor al precio promedio de venta. La distancia entre Valladolid y Cancún es de alrededor de 150 km.

Desde el puerto de Dos Bocas, donde se planea una unidad flotante de almacenamiento, la distancia por carretera a Villahermosa es de 75 km, por lo que el alcance de este punto de inyección también sería muy limitado.

Para Arturo Carranza, analista de la industria, los ductos podrían ser una buena medida a pesar de todas estas debilidades.

El gas es una opción atractiva porque tiene precios muy competitivos y la tendencia es que por lo menos al mediano plazo estos precios continúen siendo así de competitivos(…) Los ductos virtuales restan competitividad, pero otras opciones como el diesel puede alcanzar hasta el triple de precio y eso puede mantener al gas atractivo

Arturo Carranza, analista del sector energético

Diversas empresas han aprovechado el modelo para establecer redes de distribución. La empresa Argentina Galileo no es capaz de construir gasoductos en su país sin apoyos gubernamentales, por lo que ha recurrido a la versión virtual. En Holanda, Shell ha invertido en una flota de unidades de almacenamiento flotantes que le permite llevar gas a cualquier costa o río del continente europeo.

De acuerdo con el Transparency Market Research Report de 2018, el mercado global de ductos virtuales valía 1,070 millones de dólares en 2016, y se espera que su valor alcance los 1,820 millones para 2025.