En 2023 las exportaciones de tequila de México registraron una caída de 4.3%, al comercializar en el mundo 401.4 millones de litros, 17.5 millones menos que en 2022; donde Estados Unidos se mantuvo como el principal mercado, al representar el 80% del volumen.
De acuerdo con datos del Consejo Regulador del Tequila (CRT), el año pasado se produjeron 598.7 millones de litros de esta bebida, 8% menos que en 2022, equivalente a 52.7 millones de litros; de los cuales el 67% de vendió en el exterior.
Según el organismo, durante el 2023 ocho de cada 10 litros vendidos fuera de la República Mexicana fueron para Estados Unidos, con 321.5 millones, manteniéndose como el principal mercado; sin embargo, esta cifra fue un 4.9% menos a los 338.4 millones reportados en 2022.
En un segundo lugar se posicionó España, con 8.3 millones de litros, país que registró también una caída de 6.7%; mientras que la tercera posición fue para Alemania, con 8.05 millones de litros, 21.8% menos año contra año.
A su vez, Francia fue el cuarto país que más tequila compro el año pasado, al alcanzar 6.2 millones de litros, un 16.9% más que en 2022; en tanto que Reino Unidos terminó en el número 5, con 5.4 millones y un 5.5% más.
El boom del tequila
Para Euromonitor el tequila es la categoría de bebidas espirituosas de más rápido incremento en todo el mundo y se prevé que experimente una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 27% entre 2021 y 2026.
De acuerdo con la consultora, tiene potencial de crecimiento de valor, habiéndose convertido casi en sinónimo de la narrativa de premiumización; sin embargo, no todos los jugadores están creciendo por igual, ya que hay claros ganadores y perdedores.
El analista de Euromonitor, Rodrigo Mattos, dijo que las marcas con posiciones premium se han beneficiado particularmente del revuelo en torno al tequila, incluso aquellas que ya tienen un volumen de ventas sustancial, como Patrón o Casamigos, fundada por George Clooney y luego vendida a Diageo.
El segmento premium
Una marca premium, por ejemplo, qe vende un tequila Blanco en alrededor de 50 dólares, fue la de más rápido crecimiento entre todas las marcas de la bebida entre 2017 y 2021.
En el otro extremo del espectro, a nivel económico, Sauza, una de las marcas más tradicionales, se vende al por menor a unos 50 dólares, de 17 dólares, disminuyó un 38% en volumen total durante el período 2018-2021.
“La premiumización del tequila, alineada con la búsqueda de los consumidores de bebidas aún más auténticas y frescas, ha empujado a las empresas hacia el mezcal, una categoría de producto separada, que está ganando rápidamente popularidad en los centros metropolitanos clave y en los círculos de coctelería”.
Asimismo, el analista consideró que a medida que aumenta la popularidad del tequila y las empresas luchan por las ventas, se avecina una tormenta importante: lo lento y costoso que es producir el aguardiente de agave.
“Este desafío es especialmente relevante para empresas y marcas a nivel estándar y económico, ya que los altos costos de producción presionan sus márgenes. La actual crisis energética y la creciente inflación de los costos probablemente agravarán el desafío”.
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