El proyecto federal conocido como Cuencas Lecheras del Sureste, que contará con la ayuda del Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y la Asociación de Bancos de México (ABM), resultará más difícil de lo planeado.

La falta de infraestructura carretera, de plantas de almacenaje, de pasteurización y de empaque en los estados de Tabasco, Chiapas y Veracruz, harán complicada su ejecución. A ello se suma el brote inesperado del virus conocido como COVID-19, que tendrá un impacto en la economía nacional.

Es un buen proyecto en teoría, pero tendrá que enfrentarse a una serie de retos en cuanto a el proceso de ejecución pues, en la zona donde se proyecta su ejecución hace falta infraestructura para que sea un proyecto viable

dijo Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche).

Las tres partes firmaron un convenio para destinar 15.3 millones de pesos para el proyecto, con el objetivo de que se multiplique hasta llegar a 48.5 millones de pesos en ingresos para el sector ganadero.

Fue a mediados de marzo que se realizó este convenio, con miras para la atención técnica individualizada, financiamiento específico a ganaderos que se empleará para la nutrición de las cabezas de ganado, manejo, higiene y sanidad.

Coronavirus ‘contagia’ al proyecto

Uno de los obstáculos que deberá sortear estas cuencas será el debilitamiento económico nacional y mundial provocado por el coronavirus.

De los tres proyectos que el Consejo Nacional Agropecuario está trabajando en conjunto con el gobierno federal, éste será uno de los dos que esté más afectado.

“Los tres se verán afectados, incluidos el de la cuenca lechera. Sin embargo, se trabaja para llevarlos adelante, porque serán estos los que darán empleo a los pequeños productores”, dijo Bosco de la Vega, presidente del consejo en entrevista con medios.

El otro afectado sería el relacionado con la producción de etanol, mientras que el más avanzado es Maíz para México.