Pemex espera que el costo promedio de producción en 2021 sea cercano a 11.2 dólares por barril de crudo equivalente, una cifra que representaría el costo más bajo desde 2017, según el plan de negocios 2021-2025. Sin embargo, este ahorro no cuenta la historia completa de los procesos de producción y tampoco es suficiente para mejorar la situación de la compañía de forma significativa.
El ‘lifting cost’ no representa el costo total, sino que es exclusivamente el costo de sacar el producto a superficie, y todo lo que Pemex tuvo que hacer para llegar a él no está considerado en ese costo, dijo Rosanety Barrios, analista del sector.
“No quiero despreciar el dato, pero el problema con Pemex es que el lifting cost se evapora a la luz de otros datos en sus estados financieros porque son brutalmente ineficientes”.
Durante años, Pemex ha publicado costos de producción que no están certificados por terceros, lo que hace que sea complicado confiar en la veracidad de las cifras, pues está en el mejor de sus educir la percepción pública de sus gastos, dijo a EL CEO una fuente que prefirió no ser identificada.
Pemex intentó combatir esta percepción durante el discurso de su director el 18 de marzo durante la conversación de la Expropiación Petrolera, donde Romero Oropeza aclaró que la consultora IHS Markit había certificado una serie de ahorros que validan los costos de producción reportados.
Fuentes consultadas por EL CEO dijeron que no se trata de un indicador que la compañía certifique usualmente, y que podría tratarse más bien de asesoría en cuanto a benchmarks y áreas de oportunidad, o incluso que podría ser sólo un proceso para avalar la metodología de cálculo del costo reportado.
Barrios destacó que cualquier avance es beneficioso, pero que los costos de operación de Pemex siguen siendo uno de sus mayores lastres para la producción, por lo que esta mejora en eficiencia no resulta suficiente. Además, el enfoque del gobierno en esta área ha provocado estancamiento en otras actividades importantes.
“Del lado de la exploración tiene problemas serios porque no hay forma de reponer el agotamiento de los campos más importantes. El 33% de la producción sigue dependiendo de los seis campos de siempre que están en declinación”, advirtió.
Además, la compañía sigue apostando por aumentar su volumen de refinación, a pesar de que Pemex Transformación Industrial es el área de la empresa que más dinero pierde, lo que afecta las finanzas de la compañía incluso si se puede reducir el costo operativo del área de exploración y producción.
La eventual puesta en marcha de la refinería Dos Bocas tampoco ayudará a revertir esta tendencia.
“En este momento es donde el dinero se está quemando. Dos Bocas puede ser tan eficiente como una refinería en Houston, pero sólo aportará 340,000 barriles, y el plan es que las otras seis también opere al máximo, lo que llevaría a máximas pérdidas, además de que no soluciona el problema de la autosuficiencia”, dijo Barrios.