Las acciones del conglomerado de Carlos Slim, Grupo Carso, salieron ilesas tras la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, a pesar de ser la segunda empresa con mayor número de contratos para su edificación, sólo después de ICA.

El precio de los papeles del grupo acumulan una apreciación de 23% desde el 24 de octubre, fecha que se inició la consulta popular para decidir el futuro del aeropuerto.

El grupo participaba en la construcción del edificio terminal y la obra de la pista 3 del nuevo aeropuerto, aunque su futuro no dependía de esos proyectos.

A diferencia de Grupo Carso, el valor en el precio de las acciones de empresas que pertenecen al sector cementero, los grupos aeroportuarios y las aerolíneas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores y participaron en el inicio de la construcción u operación del NAIM, han tenido un desempeño negativo desde el 24 de octubre.

Es el caso de Cemex y de Cementos Chihuahua, cuyos papeles han caído 6.7 y 4.3%, respectivamente, desde el anuncio de la consulta popular para el aeropuerto de Texcoco. Los grupos aeroportuarios como el del Centro Norte (Oma), del Sureste (Asur) y del Pacífico (GAP), también se han visto afectados, con una disminución del 13.6, 2.7 y 7.9% respectivamente. En tanto, las acciones de Volaris y Aeroméxico se contrajeron 6.5 y 3.4%.

El jueves 3 de enero, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, anunció oficialmente la cancelación del proyecto, aunque el director de Grupo Aeroportuario Ciudad de México (GACM), Gerardo Ferrando, aclaró en una entrevista radiofónica que las obras seguirán por lo menos seis meses más, en lo que terminan las negociaciones con las constructoras.

Lo que el viento a Juárez

Todavía falta un largo camino para que las negociaciones con las constructoras terminen y para saber cuánto dinero deberá pagarle el gobierno a las empresas por los avances de la obra, pero la incertidumbre ha pasado desapercibida para Grupo Carso en la BMV.

Grupo Carso agrupa varias empresas del sector comercial, industrial y de construcción, entre las que se encuentra Carso Infraestructura (Cicsa), que es la que participaba en la construcción del edificio terminal y la Pista 3 en consorcio con otras compañías.

Según analistas consultados, la diversificación de la empresa en sectores y proyectos fueron factores que le juegan a favor y disminuyeron el impacto de la cancelación del proyecto.

La diversificación que tiene la empresa en otros segmentos como el del retail, telecom, automotriz, amortiguan el impacto de la cancelación del aeropuerto de Texcoco

dijo Carlos Contreras, asesor independiente en estrategias de inversión.

Cicsa pesó cerca del 17% de los ingresos totales del grupo al finalizar el tercer trimestre del 2018. Las divisiones que aportan más dinero a la empresa fueron Grupo Sanborns, con el 49%, y Grupo Condumex, con 33%. Con una participación menor al 1% se encuentra Carso Energy.

Otros proyectos que también tiene en su cartera son el Túnel Emisor Oriente y los proyectos carreteros en Panamá y Nicaragua junto con la compañía FCC, según su último reporte trimestral.

Además, los resultados financieros de la empresa de Slim no se verán afectados con la cancelación del aeropuerto ya que este proyecto no consolida dentro de sus estados financieros, de acuerdo a Arturo Spínola, director de finanzas y Administración de Cicsa y Condumex.

“De cancelarse el aeropuerto, no se verían afectados los ingresos presentes de la empresa, sin comprometer nuestras finanzas. Nuestra principal preocupación está en las futuras utilidades del proyecto que no se tendrán”, dijo Spínola en conferencia con analistas.

Grupo Carso y las empresas asociadas tenían ganados siete contratos para el aeropuerto de Texcoco y sólo era superada por ICA, que se adjudicó nueve contratos por un monto de 24,720 millones de pesos.