El anuncio de que Sempra habría realizado una oferta de compra, sin acuerdo vinculante, por la totalidad de las acciones de IEnova demuestra que la incertidumbre en el sector energético no es suficiente para frenar inversiones de parte de empresas que planean sus negocios a plazos mayores a un sexenio, por lo que el efecto de la política de esta administración podría ser menor al originalmente pensado.
“En países en desarrollo no estamos acostumbrados a pensar en el largo plazo, pero las empresas toman decisiones a 20 o 30 años y no las basan en quién está en el poder, aunque esto sí puede ser una razón de titubeo”, explicó Adrián Calcaneo, director de líquidos y midstream para IHS Markit.
Cuando no se considera la cuestión política te enfocas en fundamentos, como las condiciones del mercado, la demanda proyectada y la infraestructura necesaria para satisfacer esta demanda
El experto destacó que este razonamiento lleva a Sempra a pensar que hay un futuro en el mercado de gas natural en México, y que existen varios elementos que hacen a este mercado atractivo más allá de quién esté en el poder.
“Si un presidente entiende esta dinámica la puede impulsar a crecer mucho más, pero mucha de la decisión de una empresa es simplemente independiente de la afectación política”, dijo.
El desarrollo energético de #México requiere de compromiso, confianza e inversión a largo plazo. Mediante el anuncio de @SempraEnergy celebramos una nueva etapa de proyectos y acciones que impulsen el desarrollo social y económico de nuestro país. Liga ??https://t.co/jH2SrsHUxY pic.twitter.com/BvP5qj0w4Z
— IEnovaMX (@IEnova_MX) December 2, 2020
Sempra es un caso particular, porque se trata de una empresa que ya era un socio mayoritario de IEnova, por lo que conoce de primera mano la infraestructura que ya está en operación en México, así como los proyectos que están pendientes de aprobación y el resto de las oportunidades que podrían abrirse a la compañía.
Otras empresas podrían seguir el ejemplo de Sempra, a medida que se corra el reloj del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues industrias como el almacenamiento y el expendio de combustibles están pobladas de empresas que ya dieron el paso más difícil: la entrada a México.
“Se abre un costo de oportunidad, y las empresas que toman los riesgos desde ahora estarán mejor posicionadas una vez que la situación cambie. Es una cuestión de riesgo y recompensa”, destacó Calcaneo.
El precio ofrecido por Sempra, de 82 pesos por acción, representa un 15.2% de prima respecto al cierre de este martes, y prueba que la empresa busca una adquisición relativamente rápida y sencilla, dado que difícilmente se encontrará con obstáculos regulatorios debido a la competencia a la que se enfrenta en México.
Las circunstancias en las que IEnova presenta este proyecto son particulares, dado que se trata de una empresa que se ha reunido con Sener y con la administración para buscar un mutuo beneficio, explicó Paul Sánchez, analista del sector.
“Un ejemplo es la negociación de los gasoductos, que fue todo un tema, pero mostró la disposición de la empresa a ‘darle algo’ al gobierno Federal”, dijo.
La empresa además ha sostenido una buena relación no sólo con el gobierno, sino también con Estados Unidos, lo que haría de IEnova un destino más atractivo para la inversión extranjera, situación que otros jugadores difícilmente podrán imitar.
Sin este atractivo extra, los siguientes cuatro años serán la prueba real para estimar qué tan atractivo es el mercado energético sin las bondades de la reforma, y que tan grande será el titubeo provocado por las políticas de la cuarta transformación.