La meta de Petróleos Mexicanos de refinar 1.1 millones de barriles diarios de crudo para finales de año podría crear un enorme excedente de combustóleo, que ya ha sido un problema para la compañía en el pasado, de acuerdo con un análisis de REDD Intelligence.

El objetivo de Pemex responde al discurso de “autosuficiencia energética” impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual busca satisfacer la demanda de gasolina y diésel con producto nacional, y reducir el volumen de importaciones a pesar de los bajos precios disponibles en el mercado internacional.

El alza en la producción de combustible en las seis refinerías del Sistema Nacional de Refinación representaría también un aumento en la cantidad de combustóleo producido en estos complejos, pues se trata de un residuo obtenido mediante los procesos de refinación, sobre todo con equipos que no cuentan con tecnologías de última generación, como es el caso de tres de las seis instalaciones mexicanas.

Pemex espera alcanzar la meta de 1.1 millones de barriles el próximo diciembre. Esto requiere de un aumento de 460,000 barriles diarios a la producción actual, y permitiría a México alcanzar niveles no vistos desde 2016.

Los proyectos de las coquizadoras de Tula y Cadereyta, con un presupuesto combinado superior a los 75,000 millones de pesos, permitirían disminuir el problema del combustóleo, pero no en el corto plazo.

En caso de alcanzar su producción deseada, Pemex estaría produciendo 330,000 barriles diarios de combustóleo, según dijo a REDD, Lenny Rodríguez, jefe de análisis de crudo en S&P Global Platts.

El problema del combustóleo no es sólo su bajo costo, sino los costos logísticos que esto representa para Pemex en materia de transportación y almacenamiento, dijo Raymundo Sánchez, socio de AT Kearney.

Además, el combustóleo producido por Pemex no cumple con las normas internacionales de ultra bajo azufre, por lo que no se puede vender como combustible marino.

REDD reportó también que la compañía produjo 242,000 barriles diarios de combustóleo en septiembre, el volumen más alto desde mayo de 2017.