Chile quiere que más empresas de México hagan negocios con sus compañías.

En este ánimo, su órgano de promoción comercial, ProChile, se reunió esta semana con 160 firmas de ambas naciones para reforzar lazos comerciales y generar estrategias que mejoren la cadena de valor.

El país andino es uno de los principales socios comerciales de México en América Latina y el Caribe, junto con Argentina, Colombia y Brasil.

En 2018, el comercio entre ambos países superó los 3,700 millones de dólares.

Chile es terreno fértil para las empresas de los sectores de cuidado a la salud, tecnología financiera y retail.

“Hay muchas alternativas, Chile es un país líder en índices de desarrollo. Es una buena plataforma para México en el Cono Sur”, dice en entrevista Jorge O’Ryan, director de ProChile.

Actualmente, México es uno de los mayores exportadores de manufactura, automóviles, línea blanca, celulares, semillas y cerveza a Chile. A su vez, importa principalmente productos agroindustriales, forestales y salmones.

“Hay un espacio importante para la innovación; México es un hub para la innovación y el emprendimiento”, comenta O’Ryan.

El Tratado de Libre Comercio entre México y Chile entró en vigor el 1 de agosto de 1999. A lo largo de 20 años, el comercio entre ambos países prácticamente se ha duplicado, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.

Desde 2006, ambas naciones tienen un Acuerdo de Asociación Estratégica, en el que se incluyen temas políticos y de cooperación. Además, desde 2015 forman parte – junto con Colombia y Perú – de la Alianza del Pacífico.

¿Cómo hacer negocios con Chile?

A los empresarios que buscan hacer negocios en Chile, pero no saben cómo iniciar el proceso de acreditación comercial, O’Ryan recomienda contactar a la oficina de ProChile en Ciudad de México o en Guadalajara para conocer los requisitos y, posteriormente, llamar a la Cámara Binacional de Comercio México-Chile, con sede en Santiago.

Para hacerlo, se recomienda tener en cuenta qué productos están dentro de los tratados comerciales entre ambas naciones.

“Hay que ver qué tipo de negocio se puede hacer, ya sea que se ofrezcan oportunidades para que los chilenos lleguen o que los mexicanos vayan. ProChile sirve como puente para apoyar y generar nuevos vínculos”, dice O’Ryan.

Una vez hecho el proceso, las empresas pueden inscribirse en una plataforma de reciente creación llamada Chile B2B, que tiene un catálogo de 1,000 exportadores chilenos y 550 importadores de diversos países.

“La idea es que los importadores puedan conversar todo el tiempo; no hay problema de apertura de oficina y todo se hace bajo normas de compliance. Nosotros llegamos hasta la orden de compra, pero damos asistencia legal”, dice O’Ryan.